Adaptación británica de la novela homónima del norteamericano Henry James, escritor del que he de reconocer que aún no he leído ninguna de sus obras, si bien es uno de esos que sí me apetece, sobre todo por la tendencia a llevarlas a la gran pantalla. El caso es que "Retrato de una dama" es un drama de época, aunque el libro es de 1880-1881, la trama empieza en 1872 y acaba en 1876, si no me equivoco en esto último. Ambientada en Inglaterra e Italia, describe la vida de una joven, Isabel Archer (Nicole Kidman), de buena posición económica, y su "juego", llamémoslo así para no dar pistas, con varios pretendientes amorosos. Obtuvo dos nominaciones a los Oscars, por el vestuario y a mejor actriz de reparto, Barbara Hershey, aunque ningún premio.

Lo cierto es que prácticamente todo lo que se afirma de "Retrato de una dama" es verdad. Por un lado, es fría, monocorde, irregular, de guión un poco difuso y tal vez, con más minutos de la cuenta. Pero también, que pese a todo, consigue mantener el interés del espectador. Ambientación notable y buena puesta en escena, ayudada por un elenco con muchas caras famosas. Aún así, la clave es Isabel, personaje que no sé si James la pone como víctima inocente de oscuros planes o culpable, por sus ilusiones "románticas" (SPOILER). En todo caso, queda un poco como una boba. Por otro lado, lástima que no le den más minutos a Henrietta (Mary-Louise Parker), que está muy atractiva con esas gafas, la trenza y con ese personaje que es difícil de clasificar.