Durante los primeros minutos, cuando Bruce Willis está encerrado en ese mundo del futuro, crees que ese va a ser el tono que va a predominar durante toda la cinta: obscuro, claustrofóbico, opresivo, frio. Sin embargo cuando se encuntra con el oso, algo chirria. Ese no es el tono que esperas. Cuando van pasando los minutos esperas que la cosa vaya a remontar pero definitivamente no es así.

Efictivamente, se han equivocado al enfocar la película. Es demasiado confusa, surrealista, irónica, extravagante en su planteamiento. El hilo conductor está enmarañado y el director va a trompicones contándonos la historia. Tanto viaje hacia atrás y hacia delante rompen el ritmo más que otra cosa (aparte de resolver situaciones de las que no sabrían como salir de ellas). Carece de falta de tensión porque en el fondo no hay "enemigos" o "malos" que dificulten la misión. Simplemente se trata de un juego de intriga alargado excesivamente y con muy escasos momentos de suspense. Por eso llegas hasta a aburrirte, por momentos.

Igualmente el mundo del futuro no aporta nada a la historia, es simplemente una excusa. Y la idea de jugar con la locura de Bruce Willis llegada demasiado tarde. Del mismo modo, la relación de Bruce con la doctora, Madeleine Stowe (especialmente atractiva en esta ocasión) no está muy bien narrada y la forma de resolver las situaciones son, en ocasiones, bastante flojas, incluído el final.