Drama británico de época totalmente desconocido a pesar de contar con la presencia de los consagrados James Mason, que falleció en 1984 antes de su estreno, y Edward Fox. Otoño de 1913, época más que eduardiana, georgiana, por el rey Jorge V, pretende ser un retrato de la aristocracia inglesa antes de la primera guerra mundial, un mundo elitista, frívolo y artificial, según Alan Bridges, que de este modo dirigió su última obra. En realidad, se trata de la adaptación de la novela homónima según su título original, "The Shooting Party", escrita en 1980 por Isabel Cologate. Entre nosotros, la tesis principal, la de las élites decadentes, es estereotipada y falsa pero esto no es lo que hace que la película sea decepcionante, sino su mala ejecución y su vacuidad.

"La cacería" viene a ser como un cruce entre "Downton Abbey" (2010-2015) y "Gosford Park" (2001), una de esas en las que un grupo de personas se reúnen en una mansión con algún pretexto para dar rienda suelta a conversaciones, confidencias, amoríos, dramas y hasta a alguna muerte. En este sentido, me ha recordado también a "Dublineses" (1987). Sin embargo, lo malo que tiene no es que no haya una presentación de los personajes, tardas un buen rato en enterarte quiénes son, que también, sino que no tiene una verdadera trama. Todo se queda en varios diálogos curiosos y el resto aburridos, para uno montón de personajes que te dejan del todo indiferente. Por su estilo aparentemente trivial podría ser una "American Graffiti" (1973) pero en mala.