Cortometraje de Rodrigo García, director y guionista que se centra en el universo femenino y sus intimidades, en esta ocasión cuenta la historia de una bella y muy correcta Jennifer Garner que se confiesa con un viejo padre, otro también correcto Andy García, pero sus pecados no son más que estúpidas divagaciones que ocultan el verdadero objetivo de la confesión.

El cortometraje es bastante sencillo, todo ocurre dentro del confesionario y no es mas que un plano contraplano de la conversación entre sus dos personajes, los diálogos son fluidos y las interpretaciones buenas, sus 12 minutos se pasan bastante rápido ya que uno se termina involucrando bastante con el padre y con Serena, no hay mas que destacar, no tiene pretensiones, solo muestra un simple y platónico enamoramiento