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España España · TOLEDO
Voto de MAFALDA:
10
Drama Ésta es la historia de un líder guerrero, involucrado en una guerra y que se propone reconstruir la relación con su esposa. Se trata de una de las tragedias más importantes de la literatura. Adaptación de la obra de William Shakespeare. (FILMAFFINITY)
26 de noviembre de 2015
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Ya casi he olvidado el sabor del miedo. Hubo un tiempo en que oír gritos nocturnos hubiera congelado mis sentidos, y mi piel se habría emblanquecido con cualquier historia de terror. Ya estoy saciado de atrocidades. El horror, tan familiar para mis criminales pensamientos, ya no me sobresalta”.

Cuando una película tiene tanta fuerza visual que, pase lo que pase a tu alrededor, te resulta imposible despegar los ojos de la pantalla, intentar resumirla con palabras se hace harto difícil.

“La cabecera es la mejor que he visto en mi vida. Un prodigio estético. Una sucesión de impresionantes imágenes superpuestas que cuentan por sí mismas la historia. Una fotografía inquietante, sórdida, atrayente, acompañada de las voces de Brett y Rennie Sparks, The Handsome Family, que parecen sacados directamente de la serie, autores de “Lejos de cualquier camino”.

El párrafo que les acabo de reproducir corresponde a la reseña que escribí hace tiempo para la Revista Calibre 38, dedicada al género criminal, de “True Detective” cuya fotografía ayudó a convertirla en una serie de culto. ¿Por qué les cuento esto? pues porque el responsable de esa fotografía es el australiano Adam Arkapaw, el mismo a quien tenemos que agradecer el magnetismo visual que desborda este impresionante “Macbeth”.

Justin Kurzel (director australiano del que no había oído hablar hasta hoy) adapta esta tragedia shakesperiana sin sentirse en absoluto amilanado por el hecho de que tres de los grandes antes que él (Orson Welles, Roman Polanski y Akiro Kurosawa) la hubieran llevado al cine. No he visto las otras, pero les aseguro que esta es magnifica.

Michael Fassbender, que con “12 años de esclavitud”, “Jane Eyre” o la impresionante “Shame” ha demostrado con creces ser el mejor actor masculino del panorama actual, nos da una clase magistral sobre el significado de la palabra tragedia. Es tal la intensidad de su interpretación que tu desasosiego aumenta al mismo ritmo que su locura… pero tu congoja y tristeza continúan haciéndolo una vez acabada la película.

Seducido por las promesas de gloria y triunfo de las fatídicas, brujas que aparecen y desaparecen entre la niebla, asistimos a la angustiosa transformación de un hombre bueno y leal en un monstruo. Solo con sus ojos, sin apenas diálogo, Fassbender nos hace testigos de la muerte de todo aquello que hace humano al hombre a manos de la ambición; de la paulatina degradación del alma. Un retrato del oprobio, la ignominia y la vileza, tan soberbio, tanto, que Oscar Wilde no hubiera dudado en reclamar su autoría.

“¡Mi mente está llena de escorpiones, amor mío!”, clama Macbeth, y las lagrimas que acompañan ese grito nos convierten en compañeros inseparables de su dolor. Porque si algo logran actor y director con esta representación es que, por sanguinario y cruel que se torne el diabólico príncipe, jamás te plantees dejarlo solo en su largo y tortuoso camino hacia la destrucción. Con la piel erizada, compartes su desvarío, compartes su tormento y, llegado el momento de su muerte, lloras por él.

A su Lady Macbeth (¡impresionante Marion Cotillard!), la amante, la esposa, la compañera. Cómplice en el crimen (“¿Cuál fue la bestia que te hizo proponerme todo esto? Eras un hombre cuando te atrevías y más hombre serías, mucho más, si fueses aún más de lo que eras. Yo he dado mi leche y sé cuán tierno es amar al ser que se amamanta; pues bien, en ese instante en que te mira sonriendo habría arrancado mi pezón de sus blandas encías y machacado su cabeza si lo hubiese jurado como lo juraste tú”), y decidida a que él no desfallezca (“lo que está hecho, no puede deshacerse”), compartirá su aciago destino: “Hemos herido la serpiente pero no le hemos dado muerte; volverá a revivir y a ser la misma; que la maquina del mundo se descuartice, que cielo y tierra sufran antes que comer con miedo y que dormir con la aflicción de estos horrendos sueños que nos agitan en la noche; mejor estar con los que han muerto, a quienes para obtener la paz a la paz enviamos, que dormir con la mente atormentada en un delirio que no para”.

Una dirección sorprendente, una fotografía impactante, unas interpretaciones de Oscar y una TRAGEDIA, con mayúsculas, que te encoge el corazón y te remueve las entrañas.

Mi gratitud a la organización del CIBRA, 7º Festival del cine y la palabra, por habernos dado la oportunidad a los toledanos de disfrutar del preestreno (en el resto de España se estrena el 25 de diciembre) de ésta que, para mí, es sin duda la mejor película de 2015.

(Crítica publicada en el DCLM y en el Porvenir de CLM).
MAFALDA
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