Media votos
6,9
Votos
1.957
Críticas
372
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Sandro Fiorito:
8
6,8
66.508
Acción. Comedia. Drama
‘Kick-Ass’ gira en torno a Dave Lizewski (Aaron Johnson), un estudiante de instituto que pasa inadvertido entre sus compañeros. Apasionado de los cómics, un día concibe la idea de convertirse en un superhéroe, aunque no tenga superpoderes, no haya seguido un duro entrenamiento y ni siquiera tenga una razón de peso para ello. Pero la vida de Dave cambiará para siempre cuando conozca a un par de locos vigilantes -la terremoto de 11 años ... [+]
14 de febrero de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Kick-Ass” es una película gamberra, fresca, divertida, original, trepidante, sin complejos. Uno de esos antídotos que se convierten en un auténtico chute contra el aburrimiento, una agradecida experiencia necesaria para olvidarte por completo de todo lo que te rodea mientras descubres un mundo de marcado -pero pretendido- acento freak que combina a unos personajes esperpénticos con una historia que, si bien parece querer jugar a parodiar el subgénero de los superhéroes en el cine, aporta una línea argumental muy auténtica que, fiel a las intenciones de la realización, no pretende que se pueda tomar en serio pero sí que se pueda valorar con respeto aquello de lo que eres testigo durante el visionado de la cinta. Su público mayoritario puede encontrarse entre los amantes de los cómics, los adolescentes o los que ya no lo son tanto pero aún conservan dentro de sí ese espíritu rebelde y simpático que nunca debió marcharse.
Dirigida por Matthew Vaughn, basa su trama en el cómic homónimo escrito por Mark Millar y dibujado por John Romita Jr. En esta película su historia nos habla de un marginado chico de instituto llamado Dave Lizewski (Aaron Johnson). Él siempre ha soñado con ser un superhéroe, pero no tiene ningún tipo de poderes: esto es el mundo real y aquí no sucede lo que en los tebeos o el cine. Cargado de intenciones (que es lo único que tiene) y tras comprarse un chirriante traje verde para crear su propio mito heroico, se lanza a la aventura con la esperanza de poder luchar para salvar el mundo: así es como nace Kick-Ass (cuya traducción literal como bien sabéis, es “patada en el culo”). Como en otras muchas historias de superhéroes, el corazón del protagonista alberga sentimientos sobre una preciosa chica a la que no puede revelar su identidad, secreto que tampoco compartirá con sus fieles amigos friki-adictos a los cómics y a ser atracados día si y día también por cualquier maleante con pretensiones de dueño de la calle.
Como bien se dice, nunca hay que juzgar un libro por su portada. Personalmente, creo que “Kick-Ass” tiene un envoltorio que tira de espaldas, pero luego la realidad es completamente distinta: lo que hace es cogerte del cuello, levantarte y zarandearte, animarte, involucrarte en su historia, salpicarte con su adrenalina, sumergirte en la brillantísima calidad técnica que despliega la película y que en nada tiene que envidiar a cualquier otra superproducción que se tome más en serio el género que toca. Su ritmo no para, las historias se suceden y sus personajes caen de maravilla. Desde el protagonista a los nuevos fichajes que éste irá conociendo durante el transcurso de la película.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
Dirigida por Matthew Vaughn, basa su trama en el cómic homónimo escrito por Mark Millar y dibujado por John Romita Jr. En esta película su historia nos habla de un marginado chico de instituto llamado Dave Lizewski (Aaron Johnson). Él siempre ha soñado con ser un superhéroe, pero no tiene ningún tipo de poderes: esto es el mundo real y aquí no sucede lo que en los tebeos o el cine. Cargado de intenciones (que es lo único que tiene) y tras comprarse un chirriante traje verde para crear su propio mito heroico, se lanza a la aventura con la esperanza de poder luchar para salvar el mundo: así es como nace Kick-Ass (cuya traducción literal como bien sabéis, es “patada en el culo”). Como en otras muchas historias de superhéroes, el corazón del protagonista alberga sentimientos sobre una preciosa chica a la que no puede revelar su identidad, secreto que tampoco compartirá con sus fieles amigos friki-adictos a los cómics y a ser atracados día si y día también por cualquier maleante con pretensiones de dueño de la calle.
Como bien se dice, nunca hay que juzgar un libro por su portada. Personalmente, creo que “Kick-Ass” tiene un envoltorio que tira de espaldas, pero luego la realidad es completamente distinta: lo que hace es cogerte del cuello, levantarte y zarandearte, animarte, involucrarte en su historia, salpicarte con su adrenalina, sumergirte en la brillantísima calidad técnica que despliega la película y que en nada tiene que envidiar a cualquier otra superproducción que se tome más en serio el género que toca. Su ritmo no para, las historias se suceden y sus personajes caen de maravilla. Desde el protagonista a los nuevos fichajes que éste irá conociendo durante el transcurso de la película.
(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hay que salvar el mundo pero su llamativo atuendo y ganas de hacerlo no son suficientes: háganse los aliados. Y aterrizaron Big Daddy (Cage) y Hit-Girl (Chloe Moretz), un padre con su pequeña hija, cuya guarida es todo un revolucionario arsenal de armas y el objetivo de ambos es el de acabar con todo el imperio del villano de esta historia: Frank D’Amico (Strong).
Probablemente esta película pueda resultar intrascendente pero su disfrute es perdurable. Acompañada por una banda sonora que sólo puede calificarse como bestial, hace fluir su historia sobre el bien, el mal, los miedos internos, la falta de complejos y la perplejidad que transmite ver a una niña de trece años rebañando cuellos y reventando cabezas. El conjunto global de “Kick-Ass” aporta un subidón anímico impresionante, por lo que divierte, lo que engancha, lo bien montadas que están todas sus escenas, su impecable humor negro y su capacidad para -no exactamente reírse, pues parece respetar sobradamente las historias de superhéroes- bañar de diversión un subgénero que habitualmente trata sus argumentos con bastante seriedad.
La interpretación de la pequeña Chloë Grace Moretz es, de largo, la mejor de la película. Con trece añitos en el momento del rodaje, la renacuaja da toda una lección de cómo hay que actuar a su edad y hacer de su personaje todo un atractivo. Aaron Johnson lo hace fenomenal en su doble papel de friki-superhéroe, y se agradecen los papeles de Mark Strong (“El topo“, 2011), Christopher Mintz-Plasse y un curiosísimo Nicolas Cage que, sin brillar, dibuja con su correcto papel a uno de los más destacados y sorprendentes personajes de la cinta. La nutrida banda sonora de la película reproduce multitud de temas ya escuchados en otros filmes, como las partituras que John Murphy compuso para “28 días después”, pero es que aquí esa melodía encaja de maravilla. No se me ocurriría otra mejor para acompañar las escenas que impulsa con tan espléndidos compases. Otros temas, muchísimos de ellos entre los que se encuentran trabajos de Ilan Eshkeri, Henry Jackman, Marius de Vries y otras canciones ajenas al score, son de indispensable audición después de terminar de ver la película, siendo el conjunto de su BSO un regalo para los oídos y todas nuestras sensaciones, un vicio que engancha tanto como esta película durante toda su duración.
Una magnífica sorpresa que me ha impresionado bastante, aún siendo consciente de que muchas personas serán incapaces de comprender esta comedia negra de superhéroes por la fina línea irónica que acompaña el espíritu de esta historia, que sin querer tomarse las cosas en serio ni parecer una película friki, alberga -paradójicamente- pizcas de ambas cosas que sabe utilizar con mesura, dando en su conjunto como resultado un cóctel explosivo compuesto por muchísimos ingredientes de muy buen sabor y propiedades estimulantes. Combina lo mejor del humor británico con la espectacularidad propia del cine norteamericano.
Probablemente esta película pueda resultar intrascendente pero su disfrute es perdurable. Acompañada por una banda sonora que sólo puede calificarse como bestial, hace fluir su historia sobre el bien, el mal, los miedos internos, la falta de complejos y la perplejidad que transmite ver a una niña de trece años rebañando cuellos y reventando cabezas. El conjunto global de “Kick-Ass” aporta un subidón anímico impresionante, por lo que divierte, lo que engancha, lo bien montadas que están todas sus escenas, su impecable humor negro y su capacidad para -no exactamente reírse, pues parece respetar sobradamente las historias de superhéroes- bañar de diversión un subgénero que habitualmente trata sus argumentos con bastante seriedad.
La interpretación de la pequeña Chloë Grace Moretz es, de largo, la mejor de la película. Con trece añitos en el momento del rodaje, la renacuaja da toda una lección de cómo hay que actuar a su edad y hacer de su personaje todo un atractivo. Aaron Johnson lo hace fenomenal en su doble papel de friki-superhéroe, y se agradecen los papeles de Mark Strong (“El topo“, 2011), Christopher Mintz-Plasse y un curiosísimo Nicolas Cage que, sin brillar, dibuja con su correcto papel a uno de los más destacados y sorprendentes personajes de la cinta. La nutrida banda sonora de la película reproduce multitud de temas ya escuchados en otros filmes, como las partituras que John Murphy compuso para “28 días después”, pero es que aquí esa melodía encaja de maravilla. No se me ocurriría otra mejor para acompañar las escenas que impulsa con tan espléndidos compases. Otros temas, muchísimos de ellos entre los que se encuentran trabajos de Ilan Eshkeri, Henry Jackman, Marius de Vries y otras canciones ajenas al score, son de indispensable audición después de terminar de ver la película, siendo el conjunto de su BSO un regalo para los oídos y todas nuestras sensaciones, un vicio que engancha tanto como esta película durante toda su duración.
Una magnífica sorpresa que me ha impresionado bastante, aún siendo consciente de que muchas personas serán incapaces de comprender esta comedia negra de superhéroes por la fina línea irónica que acompaña el espíritu de esta historia, que sin querer tomarse las cosas en serio ni parecer una película friki, alberga -paradójicamente- pizcas de ambas cosas que sabe utilizar con mesura, dando en su conjunto como resultado un cóctel explosivo compuesto por muchísimos ingredientes de muy buen sabor y propiedades estimulantes. Combina lo mejor del humor británico con la espectacularidad propia del cine norteamericano.