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Voto de Sandro Fiorito:
9
Ciencia ficción. Terror De regreso a la Tierra, la nave de carga Nostromo interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2010
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película dirigida por el realizador inglés Ridley Scott, quien después de debutar dos años antes con Los duelistas (1977) -un drama de época basado en los años de las guerras napoleónicas- hacía girar el timón argumental radicalmente para situarse en un entorno actual asentado entre el género de la ciencia-ficción y el terror. Con Alien (que en un principio estaba dirigida por Walter Hill hasta que fue sustituido), el conocido director no sólo mostró con soltura al mundo una de las más grandes películas del género y por extensión del cine, realizadas hasta la fecha, sino que también logró influir culturalmente en la sociedad, llegando a ser incluida la película citada en el Registro Nacional de Filmes de la Biblioteca del Congreso norteamericano.

Para situar al espectador y acercar el ambiente de la nave al mismo, las cámaras iniciales se desenvuelven por el esqueleto de la gigantesca nave de carga Nastromo, iniciándose una especie de travelling que se detiene para que Madre, el ordenador central del aparato, despierte a los protagonistas de su estado de hibernación. Los tripulantes, de vuelta a la Tierra tras cargar un gigantesco remolque rebosante de minerales que deben ser tratados en una refinería, reciben por radio, en mitad de su viaje, unas misteriosas interferencias que son interpretadas como un posible mensaje de socorro. Ciñéndose al reglamento que debe ser aplicado en ese tipo de circunstancias, se dirigen, envueltos en una lógica tensión e incertidumbre, a un pequeño planeta sobre el que por sus condiciones, se permite caminar.

Así, la tripulación no parará de sorprenderse con aquello que se encuentre, reinando entre el equipo de astronautas todo un cóctel de personalidades distintas que vienen desde el espíritu curioso del capitán Dallas (Tom Skerritt) y el oficial científico Ash (Ian Holm), al gracejo de los ingenieros Brett (Harry Dean Stanton) y Parker (Yaphet Kotto), pasando por la simpleza del segundo oficial Kane (John Hurt) y la fragilidad de la navegante Lambert (Veronica Cartwright), hasta llegar a la decisión, el coraje y el respeto por el reglamento de la suboficial Ripley (Sigourney Weaver), valores que sirvieron a ésta última para ser considerada la primera heroína protagonista del cine, hecho que sentó las bases hasta el día de la fecha, en el que los papeles femeninos, ya han cobrado una vital importancia.

Los trabajos del reparto son convincentes, decididos y no abusan en demasía de los gestos para mostrar horror ante lo que las aventuras del filme les depara. Prefieren hacer uso de formas templadas a la vez que firmes; algo en lo que precisamente destaca el papel de Ian Holm, quien junto con Sigourney Weaver se gana un merecido protagonismo, realizando los dos, unos trabajos excepcionales.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sandro Fiorito
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