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Comedia
El mal estudiante Sally Pinkus es expulsado del colegio. Consigue empleo en una zapatería, pero su carácter enamoradizo hace que lo echen. Obtiene un nuevo trabajo en otra zapatería y allí, aprovechándose de las debilidades de su jefe, le quita a una clienta rica y se establece por su cuenta. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2009
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conclusiones que saco tras ver esta película:
1. Erns Lubitsch era más feo que un demonio.
2. Su sentido del humor todavía estaba a medio forjar.
3. No tenía vergüenza alguna, para poner esas caras que pone y regalarse semejante personaje.
Le ha sentado muy mal el paso del tiempo a esta decepcionante película del maestro alemán, la más floja que le he visto. Los momentos de slapstick apenas funcionan, resultan demasiado burdos e infantiles incluso para tratarse de 1916. La historia es simplona, poco o nada creíble; y la puesta en escena, teatral y poco ingeniosa, está a años luz de la sublime inteligencia de títulos como El abanico de Lady Windermere o Remordimientos.
Pese a todo se deja ver, porque es cortita y porque el personaje de Sally Pinkus mola. Es feo, pero vuelve locas a las chicas, putea a todo el mundo y encima triunfa en los negocios y en el amor. ¿He dicho ya que la historia es muy poco creíble?
Lo mejor: destacar la importancia de un buen marketing para triunfar en los negocios.
Lo peor: te ríes poco, la verdad.
1. Erns Lubitsch era más feo que un demonio.
2. Su sentido del humor todavía estaba a medio forjar.
3. No tenía vergüenza alguna, para poner esas caras que pone y regalarse semejante personaje.
Le ha sentado muy mal el paso del tiempo a esta decepcionante película del maestro alemán, la más floja que le he visto. Los momentos de slapstick apenas funcionan, resultan demasiado burdos e infantiles incluso para tratarse de 1916. La historia es simplona, poco o nada creíble; y la puesta en escena, teatral y poco ingeniosa, está a años luz de la sublime inteligencia de títulos como El abanico de Lady Windermere o Remordimientos.
Pese a todo se deja ver, porque es cortita y porque el personaje de Sally Pinkus mola. Es feo, pero vuelve locas a las chicas, putea a todo el mundo y encima triunfa en los negocios y en el amor. ¿He dicho ya que la historia es muy poco creíble?
Lo mejor: destacar la importancia de un buen marketing para triunfar en los negocios.
Lo peor: te ríes poco, la verdad.