Estoy cansado, muy cansado de ver a críticos criticando y criticando. Estoy harto de mi, pues yo también practico este noble arte. Pero esta vez ya no pasa, pues vengo a reivindicar una joya incomprendida, ensalzar a unos héroes modernos, auténticos centauros del asfalto.
Paul Walker y Vin Diesel no solo protagonizan una historia que no deja tiempo ni para respirar, sino que también protagonizan una de las mejores escenas de los últimos años, si, exagero. Donde los dos actores conectan completamente, donde se para el tiempo después de tanta velocidad. Abajo la describo con mas detalle.
Y ya alejado de ese gran momento que me cautiva, siendo objetivo no se puede decir que la película sea mala, mas bien todo lo contrario. Representa todo un mundo muy particular, el tuning como modo de vida. Esto para algunos puede que sea una exaltación de algo maligno, antisocial, pero en mi opinión hay que alejarse del concepto, para entender todo el conjunto con un poco mas de cabeza.
Como película, para un espectador que se considera fuera de ese mundo, la película es disfrutable, y creo que eso es importante.
A todo gas plasma fielmente ese mundo, si quiero que eso quede claro, de las carreras ilegales, del tuneo, de las mujeres despampanantes, y de la chulería en general.