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España España · Barcelona
Voto de C Jarmusch:
7
Drama El término Hundstage es como llaman en Austria a la época más cálida del año. La historia sigue a varios personajes de una zona residencial de Viena a lo largo de dos días de calor: un jubilado y una señora que se ocupa de su casa, una joven y su novio, que es muy temperamental y está obsesionado con su coche, una profesora que tiene una relación sadomasoquista con su compañero, un amante de la cerveza muy parlanchín, una pareja ... [+]
4 de septiembre de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La opresión y la depresión se trenzan en una urbanización austríaca donde los vecinos, bajo el imperativo de sacar de sí mismos el máximo de eficacia y goce individuales, toman el sol en sus terrazas y jardines silenciosos, desconocidos y desunidos (desunión que no excluye orgías multitudinarias, planificadas y puntuales, tal vez faltas de reconocimiento, en el sótano del supermercado).

En Austria, también, hace tan sólo unos días, decenas de inmigrantes ilegales morían confinados en el frigorífico de un camión al intentar penetrar a escondidas en la ciudad. Todavía viven en nuestra memoria las diversas historias recientes en las que padres austríacos -respetables ingenieros jubilados que siempre saludaban - encerraban a sus hijas durante decenas de años en un sótano para violarlas y poseerlas locamente y en secreto. Vaya, el Paraíso Artificial de condiciones ideales de vida es asaltado por la Desgracia Humanitaria de vez en cuando, dirán los diarios y las televisiones. Pero Ulrich Seidl, tal vez, diferencia el Mal del "pathos" en Dog Days, encadenando y mostrando acontecimientos fragmentados y cotidianos que revelan la "historia passionis" que termina por formar la realidad, y que tan pocas veces significa nada para el saber formal y oficial. Una sociedad del bienestar compuesta por una enferma mental y sin hogar que se divierte haciendo autoestop y vive viajando en coches ajenos y repitiendo estadísticas sobre comercio o presentadoras televisivas como un loro, un anciano viudo que se tranquiliza llenando su enorme despensa y pidiendo estriptis a la señora de la limpieza, una pareja que convive en la angustia y el silencio por su hija muerta, mujeres solitarias y bellas que se atan al hombre que las maltrata entre el odio, el vértigo y la necesidad.

Tal vez, cuando Ulrich piensa en la condición humana pierde cualquier noción de felicidad o desgracia, y tan sólo se queda con el enigma entre los dedos. Un enigma que recuerda al final que su paisano Haneke destina a la película Caché (2005); porque cuando Dog Days termina, las preguntas caóticas y tan contemporáneas no encuentran respuestas sencillas en el silencio, y la película y la vida prosiguen en el sofá de casa, en la urbanización.
C Jarmusch
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