Un tipejo rubio, desaliñado, con cara de bobo y ciertamente colgado, que para más señas es el director de este, ¿Documental?, decide entrevistarse con sus ex novias, las cuales le han dejado siempre, para realizar esta película y saber el por qué de las calabazas.

Yo no dudo el motivo por el que le han dejado siempre, es evidente desde el primer fotograma, si este colega es así en la vida real lo extraño sería saber como a podido ligar alguna vez. Quizá esta pudiera haber sido la pregunta más lógica: ¿Por qué fuiste mi novia?

Promete mucho la primera parte de la película, tiene cinco o seis puntazos enormes. Al preguntar por ejemplo a una de las primeras novias el por qué de su abandono, la chica le contesta “No me acuerdo tenía once años”, frase que te lleva irremediablemente a la carcajada.

Alguna gansada más que le sueltan las espeluznadas ex novias no tienen desperdicio alguno, son momentos iniciales en los que te ríes con auténticas ganas.

Lo que pasa es que no hay ningún tipo de giro interesante en el reportaje, y lo que al principio te hacía gracia, deja de hacértela, sobre todo por repetitivo. El tío empieza a no caerte demasiado bien, y empieza a ser un pelín pesado, sintiéndote como una nueva ex novia que no aguanta al personaje.

Terminas aburrido y mirando al reloj, ya que el protagonista se hace tan meridianamente claro que empiezas a adivinar todas las bromas, y lo que va a pasar en el instante siguiente.

Lo más destacable de este film-documental son las chicas, la mayoría muy graciosas y con naturalidad ante las cámaras.

No merece la pena ir al cine a ver esto, que ni es cine, ni es documental, ni sé realmente lo que es. Ahorraros unos euritos, y no tengáis ninguna prisa por verla, realmente quitando cuatro carcajadas no tiene nada más.

Un generoso cinquillo y va que chuta.