El poder de devastación exhibido por las bombas atómicas lanzadas sobre Japón se grabaron en la memoria de la historia, pero aquellos dos impactos y sus consecuencias instantáneas, y las que siguieron a corto y medio plazo, no pausaron la investigación y el desarrollo de armas de mayor capacidad destructiva, dando pie a una carrera desenfrenada por poseer el mayor arsenal nuclear.

Tras la tregua que supuso el final de la guerra, las diferentes presiones y rivalidades entre quienes habían sido aliados provocaron la inestabilidad mundial que afectó a sus contemporáneos, que, no sin motivo de alarma,temían la capacidad destructiva de la era atómica, como corrobora la existencia del Emergency Committe of Atomic Scientists presidido por Albert Einstein, que insistía en el uso no militar del poder atómico. En este film nos encontramos a un profesor en la materia, serio, honrado y religioso, que agobiado por sus principios, decide convertir su exclusiva profesión en un arma arrojadiza contra el gobierno británico planteándoles un ultimátum en el que exige el fin de la escalada de armamento nuclear, o el mismo hará volar su pequeña bomba , su trabajo, algo que destroaría medio Londres. Y que lo lleva encima después de huir de su familia y de las autoridades.

La película es un canto a la intriga, con su familia desesperada y un sinfín de medios policiacos detrás de él. La bomba la hará explotar el domingo y la trama empieza en el lunes, toda una semana de inquietud, de búsqueda, de silencio ante los más cercanos e incluso a los ciudadanos, y después, al final, el plan de acción, con movilización de la ciudadanía incluida. ante la inminencia del asunto.

El final se ve venir, o no, depende de que aciertes si sabes donde termina el ciéntifico o no. Lo dicho, intriga hasta el final. La película fue galardonada por la Academia de Hollywood como mejor historia, y yo lo apruebo. Un 7.