Más de 20 años han pasado desde que en Nicaragua se realizó el último largometraje de ficción. En la lucha por generar imágenes e historias propias para Nicaragua es la cuarta película uniéndose a rodajes de los 60, 70 y 80.

Los juegos, los problemas, el diario vivir y los personajes comunes que forman parte del folklor de barrios marginales en Centroamérica. La Yuma es un retrato de esas realidades, la delincuencia, las maras, la pobreza y sus consecuencias.

Debo decir que atrapa desde su inicio, mantiene su ritmo simple pero sabe transmitir la esencia, mi dolor de cabeza aparece al minuto 63 la primera descarga innecesaria de corte telenovelesco del barato, una escena que parece sacada de cualquiera de las mugrosas y baratas novelas mexicanas. A partir de allí quede en el aire como volando, el film aísla personajes de una manera muy brusca y se acerca a un final que no me convenció mucho.

Lo mejor del film son dos cosas: La primera es la actuación de Alma Blanco es potente, fuerte y convincente(esperemos ver otros proyectos con ella). Y la segunda son los diálogos son tan puros, reales, el lenguaje vivo de los barrios centroamericanos, me encantaron.