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España España · Barcelona
Voto de David MS:
4
Drama El delincuente juvenil Brad Whitewood, Jr. (Sean Penn) tiene cierta experiencia en delitos menores, pero quiere dinero, el suficiente como para cambiar su aburrida vida y salir de su pequeño pueblo en Pennsylvania en busca de su “viejo” (Christopher Walken). Brad quiere ser como su padre, un experto ladrón conocedor del negocio. El padre de Brad, seductor y siniestro, consigue que su vida delictiva resulte atractiva de una manera ... [+]
28 de marzo de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Foley es un director que lleva casi treinta años de carrera sin haberse desmarcado nunca como un realizador a tener en cuenta, pese a algún buen título -Glengarry Glenn Rose-. Hombres Frente a Frente es su segunda película, una drama criminal rodado en 1985 con un reparto de esos difíciles de reunir en la misma película -aunque en este caso tenga que ver con el hecho de que en esos momentos muchos de los intérpretes no eran tan conocidos-.

Lo forma Sean Penn, Christopher Walken, Mary Stuart Masterson, Crispin Glover, David Strathairn, Kiefer Sutherland, Candy Clark y dos familiares del propio Sean Penn, su madre Eileen Ryan, y su hermano Chris Penn (1965-2006). No acaba ahí la conexión familiar, la que fue su mujer entre 1985 y 1989, Madonna, pone el tema principal a la banda sonora.

Basado en una historia real sucedida en Pennsylvania en las décadas 60/70, Hombres Frente a Frente cuenta la relación de un padre e hijo (Walken y Penn) delincuentes, y como el segundo de ellos va desmarcándose de los actos delictivos después de que su progenitor cometa un asesinato y viole a su novia (Masterson). Todo ello en el entorno rural que tienen los pueblos de clase media/baja de los Estados Unidos.

Lo único que me ha faltado en el anterior párrafo para contar Hombres Frente a Frente es su desenlace, pues la verdad es que en la película de James Foley no pasa mucho más. Todo se resume a dos tipos de escenas, las románticas -los personajes de Sean Penn y Mary Stuart Masterson besuqueándose y recitando frases de agenda escolar de quinceañera-, y las familiares - el duelo Penn/Walken que acaba desembocando en un embrollo donde acaba pillando todo quisqui-. Todo bajo la mirada neutra y desapasionada de James Foley, director siempre incapaz de dejar su sello en aquello que interviene.

Algún motivo por el que verla: el gran reparto -que no grandes interpretaciones- y la buena canción Live to Tell de Madonna que sirve de hilo conductor musical de toda la película. No diré que es despreciable, hasta se puede ver, pero si no fuese por el grupo de actores que interviene podría pasar por una película de fin de semana en Antena 3, caso real sensacionalista incluido.
David MS
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