Próxima Parada Wonderland, Happy Accidents, Session 9, El Maquinista, Transsiberian, Vanishing on the 7th Street forman la interesante filmografía del director Brad Anderson. Ninguna un éxito en taquilla, ninguna con mucha difusión -salvo El Maquinista por el cambio físico de Christian Bale-, alguna incluso mala -Vanishing-. Con su nueva película, The Call (2013), parecía correr la misma suerte pues se encontraba sin estreno hasta que decidió adquirirla Sony, que le puso fecha para el maltrecho marzo de este 2013. El resultado es uno de los éxitos sorpresas de la temporada, con 51 millones de dólares obtenidos con un coste de 13.

Si a Brad Anderson le hace falta un éxito en su carrera, lo mismo se puede decir de la protagonista, una Halle Berry que últimamente ha tenido los fracasos de Marea Letal y El Atlas de las Nubes. La secunda Abigail Breslin -la ya crecidita niña de Pequeña Miss Sunshine-, Michael Eklund -actor habitual de Uwe Boll-, Morris Chestnut y David Otunga, luchador de lucha libre, lo que viene al pego mencionar porque la WWE es productora de The Call.

Jordan Turner (Berry) es un teleoperadora de un teléfono de emergencias. El destino -o más bien, los guionistas- hace que reciba las llamadas de dos adolescentes acosadas por el mismo asesino violador (Eklund). Con la primera un error de Turner acaba con la vida de la inocente, con la segunda (Breslin) promete no cometer el mismo error. Por cierto, no es un spoiler comentar el nombre del actor que interpreta al villano, nunca se oculta la identidad.

La trama de Buffalo Bill en El Silencio de los Corderos (1991) + Cellular (2004) = The Call. De la primera coge la trama de enfermizo asesino secuestrador y sus víctimas , de la segunda una narración que depende del hilo telefónico que se produce entre la teleoperadora salvadora (Berry) y la víctima indefensa (Breslin). La combinación es un thriller manido, para nada original pero manejado con bastante tensión por un Brad Anderson que consigue hacerlo pasar mal al espectador en el transcurso de la entretenida hora y media que dura The Call.

Los defectos vienen todos del guión. Más bien de un exceso de inutilidad de un villano al que sorprende que no cojan antes, pero mucho peor es la incompetente policía que va detrás de él, incapaz de encontrar su propio culo aunque se encontraran en el baño cagando. Da igual que la víctima desde el maletero deje pistas por la autopista, que su secuestrador mate a aquel que pille por delante, incluso que queme una gasolinera, la policía de The Call es tan nefasta como los dos actores que los interpretan -Chesnut y Otunga-.

Mucho mejor está una creíble Halle Berry, Abigail Breslin, o el repulsivo Michael Eklund, que sí, es un inútil, pero consigue ganarse la antipatía del espectador desde la primera vez que le ve la cara. El reaccionario y no muy justificado tercer acto los enfrenta en el típico clímax de cualquier psychothriller al uso -Copycat, Jennifer 8-, lo que acaba por ser.