Lo cierto es que no tiene la oscuridad ni la complejidad de otras ofertas similares de superhéroes actuales que hay en el panorama. No es esa su intención.
No quiere ser un producto serio, sino ligero y fácil de ver, a la par que entretenido y que ofrece buenas dosis de acción y alguna que otra carcajada.
Mejora con el paso de los capítulos, ya que al principio se hace un poco repetitivo la mecánica de la serie, en la cuál básicamente consiste en mostrarnos un nuevo malhechor al que Flash y su equipo tienen que conseguir vencer.
Los últimos capítulos de la serie son con diferencia lo mejor de la temporada, con un malvado a la altura de las expectativas y con sorpresas.