En general me ha gustado. De ahí la nota que le pongo. Se me ha hecho entretenido y no excesivamente panfletario, como me temía en un principio. Pero hay que advertir que el punto de vista predominante es el de la guardia civil, con lo que eso implica. Las intervenciones de gente cercana a ETA o al entorno abertzale son pobres y muy poco afortunadas. Con especial mención a las de Ángel Alkalde o Ziortza Fernández. Seguramente en ese entorno hay personas con un discurso más brillante que estos, cuyas penosas declaraciones no hacen sino reforzar la idea de que se trata de gente en general muy sectaria y con muy pocas luces, como mínimo. Que seguramente algo de eso habrá, porque no se de qué otra forma se pueden justificar las barbaridades cometidas, con tanto asesinato a sangre fría, buscando muchas veces a niños como una forma de causar la máxima conmoción posible (o eso nos cuenta el documental al menos).

Pero no se, al final me queda la sensación de que me falta la otra versión. Me faltan más detalles sobre las torturas y la guerra sucia del Estado, que sí se mencionan, pero sin ahondar demasiado. Me falta saber por qué la izquierda abertzale siempre ha tenido tanto apoyo en Euskadi. Me falta saber como justificaba esta gente las cosas que hacía, más allá de las suposiciones que plantean quienes les combatieron o de los personajes seleccionados en esta ocasión. Me imagino que los comandos tendrían dudas, episodios de remordimiento, especialmente cuando sus acciones mataban a niños inocentes. No sé, quiero creerlo al menos. Hasta al monstruo más retorcido necesitas adivinarle un punto de humanidad para que el relato te cuadre. Me falta algo de eso. Pero ya digo, teniendo en cuenta que el punto de vista que se nos muestra es el que es, me ha parecido un producto bastante interesante, al que al menos se le nota cierto esfuerzo por no caer en un excesivo tono panfletario.