Segundo film como director de Sam Peckinpah con el que arreglaba su accidentado debut un año antes con la penosa Compañeros mortales. En Duelo en la alta sierra tenemos a dos veteranos pistoleros que deciden trabajar juntos protegiendo un cargamento de oro desde una zona minera hasta la ciudad. Sin embargo, nada sale como esperan cuando la codicia y un incidente con los mineros les llevan a un peligroso enfrentamiento.
La película tiene un aroma a cine clásico y todavía no se ven en ella las particularidades del cine de Peckinpah, a excepción del tema de la amistad traicionada. Nada hay pues de la violencia descarnada, el montaje fragmentado y otros aspectos tan característicos de su autor.
Se trata de una obra hermosa con una historia bien escrita, cuyos aspectos más sórdidos están contados sin efectismos, y con un par de carismáticos actores Randolph Scott y Joel McCrea que encarnan convincentemente sus respectivos papeles. En el caso del primero sería su última película como actor ya que decidió retirarse del cine nada más terminar el rodaje.
spoiler:
Al final Scott y McCrea se sacrifican por la muchacha en un duelo a muerte con los hermanos mineros. McCrea fallece pero no sin antes reconciliarse con su amigo Scott que le había traicionado tratando de escaparse con el oro. Los mineros mueren y Scott con su joven ayudante y la chica completan la misión de transportar el oro a la ciudad.