Un ejecutivo de un canal de televisión recibe la visita del fantasma de su jefe advirtiéndole de que si no cambia de actitud en la vida acabará como él muriendo de un infarto mientras juega al golf. Su jefe le previene de la visita de tres fantasmas. Uno relacionado con el pasado, otro con el presente y otro del futuro. Ellos le harán ver como se ha comportado a lo largo de su vida y como acabará si mantiene la misma forma de ser déspota y cínica.

Richar Donner dirige una película para lucimiento del cómico de Bill Murray aprovechando el tirón de Cazafantasmas que resulta entretenida pero no tan simpática como aquella. Tienes unos cuantos golpes graciosos y la desbordante personalidad de Murray compensa algunos tramos no tan conseguidos como el de la visita del fantasma del presente, una especie de hada odiosa y gritona. Los efectos especiales son bastante buenos y el maquillaje recibió una nominación al Oscar.

En general me parece un film simpático y desigual, de esos que ves en el cine y en vídeo de niño y te divertía pero que el paso del tiempo ha ido poniendo en su sitio y ya no es lo que era.