La guerra de la policía contra las mafias es cruda, violenta, lenta y algunas veces tienes que mancharte las manos más de lo necesario. La mayoría de las veces la recompensa es NADA, y los problemas lo son TODO. Hyena refleja la cara más oscura, violenta y desde una perspectiva entre el límite de lo real y lo excesivo. Policías corruptos, mafias del este que solo conocen la violencia, vendettas, tratos en los rincones más oscuros... Bienvenidos a la otra cara de Europa.

Londres es una ciudad en disputa, una banda mafiosa de turcos y otra de albanos se disputan el control de la ciudad. En medio de este conflicto de intereses, Michel y su grupo de anti-vicio piensa que puede sacar tajada. La guerra está abierta, pero la cuestión es, como salir beneficiado de esta situación sin sufrir daños colaterales...

Hay muchas otras películas que cuentan historias parecidas a la contada por el director Gerard Johnson, pero pocas veces las hemos visto enfocadas desde la perspectiva de la policía. Realmente cara al público parece más atractivo contarnos historias tortuosas desde el punto de vista de la mafia, gente sin escrúpulos y con mucho carisma. Pero Hyena cuenta la otra cara, la de los policías que luchan día a día contra esas mafias, esa parte me atrajo mucho y la historia que cuenta te deja atrapado desde el minuto 1. Tal vez el problema de este film, que es tanto el in crescendo que al final tienes la sensación de estar viendo un Scarface, debido principalmente al nivel de desfase, violencia y locura que desprende el final. Cosa que tampoco es que sea mala, pero al principio tal vez se planteaba desde un enfoque más real que el habitual.

Gerard Johnson dirige esta película con puño de hierro, y ha sabido imprimirle el ritmo perfecto, si bien no destaca por tener un ritmo endiablado, nunca dejan de suceder cosas, durante las casi dos horas de duración es un tira y afloja, no vamos a ver largos paseos donde nos enseñen la ciudad de noche, ni reflexiones por el parque de turno, aquí hay mucho que contar y no da pie a momentos de bajón.

A parte de hablar de las virtudes del director, creo que la culpa del éxito de Hyena es su reparto. Empezando por un increíble Peter Ferdinando, que por momentos me ha recordado a Mads Mikkelsen en Pusher II y que anteriormente ya había trabajado con el director, en Tony. Y continuando por su equipo en anti-vicio, del que puedo destacar a Neil Maskell (Kill List) o Stephen Graham. Vamos tener un reparto así, es casi sinónimo de calidad.

Si esperas un thriller policiaco, o el típico film de mafiosos, vas equivocado, esto es más bien un descenso a los infiernos por parte de un grupo de policías que en su vida diaria se tienen que ver las caras con lo peor de lo peor. Atentos porque algunas de las escenas son bastante duras.

http://www.terrorweekend.com/2014/10/hyena-review.html