Cuando crees haberlo visto todo en cuanto a survival, llega Arctic y consigue volver a revivir un subgénero que ha tenido mejores épocas. Aunque estoy seguro que gran parte de la culpa de que la película funcione mejor que un reloj suizo es del director, creo poder afirmar que el poder contar con un actor de la talla de Mads Mikkelsen ayuda en gran medida.

Un piloto sufre un accidente con su avioneta en pleno Ártico. Sin apenas recursos y con un clima que juega en su contra deberá emprender una batalla contra la naturaleza para poder sobrevivir en un territorio totalmente hostil.

Si hace unos años ¡Viven! dejó helado a medio mundo. Años más tarde sucedió algo parecido, dejando boquiabiertos a propios y extraños viendo como Alejandro G. Iñárritu narraba por todo lo grande esa batalla por la supervivencia en El Renacido. Ambas películas compartían esa época y grandeza en las hazañas de sus protagonistas.

En el film que ahora nos ocupa, su director Joe Penna, busca totalmente lo contrario. Podremos sentir el frío y la soledad que siente Mikkelsen, el director consigue que el espectador sienta en su propia piel el sufrimiento del protagonista y para conseguirlo opta por usar planos exageradamente cerrados y dejar al buen hacer del actor danés nos cautive minuto a minuto.

A destacar que estamos ante el primer largometraje de Penna, el cual tiene un buen bagaje en cortometrajes y series de televisión, pero el salto con esta producción es notorio y el resultado final es digno de elogio. Creo que en parte acierta en el planteamiento, pero creo que opta por la opción fácil. Al dejar todo el peso de la cinta al propio actor relegando el trabajo de dirección a un segundo plano.

Pese a la pequeña puya mencionada a la fotografía hay que reconocer otra de las virtudes de esta película es su tempo. Pues no deja ni un segundo de respiro al espectador y creo que esto es algo de vital importancia para que una película centrada en el survival funcione bien.

En cuanto a la historia, tenemos un guion compartido, escrito por el mismo director junto a Ryan Morrison. Este sufre de los típicos giros algo inverosímiles, pero de obligación para que la trama avance y pese en que algunos momentos personalmente me ha costado aceptarlos, en líneas generales se las ingenian lo suficientemente bien para que el espectador entre en su juego.

Sin querer desvelar mucho de la trama, otra de las proezas de este film es como consigue que el público ni parpadee a pesar de contar ni con 100 líneas de diálogo y tan sólo dos actores.

En conclusión, Arctic es un interesante survival frenético y con los suficientes giros argumentales como para atrapar durante sus casi 100 minutos de duración a todo tipo de público. Una película muy recomendada, donde el pasar un mal rato es algo asegurado pero siempre es más fácil cuando viene acompañado de un actorazo como lo es Mads Mikkelsen.

https://www.terrorweekend.com/2019/03/arctic-review.html