Todo habría sido más entretenido si en vez del guaperas de resacón en las Vegas hubiesen puesto al barbas, pero bueno.

Le pongo un 4 porque la primera mitad es pasable y tiene buenos momentos y le pondría un 6, y porque la segunda mitad es una turra soporífera y le pondría un 2. Pues la media sale un 4.

La película va de Jackson Maine, alias Bob Esponja, un tío que lo mismo te canta una balada country que se empuja un vodka en menos tiempo del que has tardado en sacarte un selfie con él. Entre bolo y bolo, se dedica a meterse en garitos para que no decaiga la fiesta, y en estas conoce a Ally (Lady Gaga), una aspirante a cantante a la que por lo visto le cierran las puertas en las discográficas porque tiene una nariz muy grande, curioso que no le mencionen los ojos de bacalao colocado que el botox le ha dejao más pa allá que para acá.

La historia de amor de los dos protas empieza bien, un poco lenta pero tiene su gracia, los diálogos son naturales, hay números musicales bastante guapos (para mí el momento en que él la saca al escenario a que cante es con diferencia lo mejor de la película) y las interpretaciones pues bueno, ella para no tener mucha experiencia como actriz se defiende, y él está sobresaliente. Cantando se puede decir lo mismo pero al revés: él, para no ser cantante, sorprende para bien, y ella cantando pues qué vamos a decir... que es una bestia parda la tía.

Total que la primera mitad de la peli pues eso, te metes en el argumento, te interesa la historia, y eso que a ratos se hace un poco lento porque los dos hablan como si estuvieran drogados todo el tiempo (bueno él lo está) y hay veces que el pavo coge una guitarra y se casca el enésimo reprise de su canción estrella, como si estuviera en una peli Disney.

Hasta ahí... pscheee

Hacia el ecuador de la película todo se empieza a hacer más cansino... y la única diferencia entre escena y escena es la forma en la que el tío se pone hasta el ojal, porque unas veces es con un whisky on the rocks, otras con una loncha de coca, otras con unas pastis guapas, y se trata de ir viendo lo mierda que va el pollo, que debe ser que no tenían mucha confianza en que lo viéramos claro porque se dedican a repetirnos lo mismo una y otra vez hasta que al enésimo colocón ya empiezas a pedir que rule la droga a ver si tú te metes otro viaje porque no hay dios que aguante esta TURRA.

Lady Gaga que había empezao bien, se tiñe de pelirrojo putón, se pinta y se pone unas mallas de cuero y empieza a hacer... de Lady Gaga, a tomar por culo interpretación. Y mientras tanto el otro hasta la cencerreta de tripis, y sin una triste resaca, que eso sí que es gordo, porque yo me encalomo esos cubatas y al día siguiente no me pidas coger la guitarra, ni el guitarro.

Hay un par de escenas que directamente sobran porque no aportan nada, algún diálogo que tampoco, no sé si el objetivo era rellenar a toda costa unos interminables 135 minutos de mi vida que aunque hubiesen sido 90 no habría pasado nada porque la historia la podían haber contado igual.

Si has visto el trailer y te parece que el tío habla como si fuese fumao, que sepas que es así toda la película. Creo que sale con el pelo limpio como en dos escenas, y el resto va hecho un guarro, debe ser para que impacte más cuando sacuda la cabeza y te dé la sensación de que te ha salpicado tol sudor del colocón, como en una peli 4D. Realismo puro.

Hacia el final de la peli ya casi no te acuerdas de quiénes eran los personajes y cómo había empezado su historia, porque ya solo ves un yonkarra y a la nueva versión de Cristina Aguilera y te da un poco igual si acaban bien, mal, regular o si se van de fiesta todos juntos a entrar en coma etílico con tal de que acabe ya este sufrimiento.

Una pena porque la peli empezó bastante bien. En resumen, PA ESTE VIAJE NO HACEN FALTA ESTAS ALFORJAS.

- SPOILER A CONTINUACIÓN -