Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
7
Drama En su salvaje búsqueda de amor, la enérgica e indomable Benni, una niña de 9 años abandonada por su madre y que vive en una familia de acogida, lleva a todos a su alrededor a la desesperación. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los gritos desgarradores de la protagonista de System Crasher (2019), en alemán originalmente Systemsprenger, sumergen al espectador en el mundo de desamor que atraviesa una niña de 9 años que sufre caóticos ataques de ira y no logra integrarse ni a su familia ni a los hogares provistos por los servicios sociales.

Por Nicolás Bianchi

Benni, maravillosamente interpretada por Helena Zengel, es una niña de 9 años que es un terremoto de ira y falta de conducta. Carga con algún trauma de sus primeros años que provoca que cada vez que un desconocido le toca la cara ella estalle como una bomba atómica cargada de ira. Insulta, escupe, se pelea con otros niños y niñas, agrede, y rompe todo lo que encuentra a su paso. Así, vive de hogar en hogar, sin poder ubicarse ni retomar la vida con su familia.

Desde el título, System Crasher, dirigida por la alemana Nora Fingscheidt, propone observar una deficiencia en el sistema de asistencia social, pero también en la sociedad, y puntualmente en la familia de la que proviene Benni. Pero no en tono de denuncia sino a modo de observación. El Estado puede proveer de recursos materiales, educación y salud, pero difícilmente logre dar amor. Tampoco se les puede pedir tanto.

No es una cuestión de cursilería sino lo que marca al personaje central de la película. Ella necesita una contención y afecto incondicional, que su madre Bianca (Lisa Hagmeister), no solo no puede afrontar, sino que además es un esfuerzo al que parece haber renunciado. El peso recae entonces en los servicios sociales, los hogares de acogida y los posibles voluntarios que surjan para darle a Benni un hogar.

Del lado de la asistencia estatal quien lleva el caso es la supervisora Bafané (Gabriela María Schmeide), una de las pocas personas a las que Benni respeta. Para ella es algo así como una abuela, aunque los empleados estatales no deben involucrarse personalmente con los sujetos que atienden. El rol más importante, dentro de este grupo de personajes, es el de Micha (Albrecht Schuch), un joven que es designado como guardián de la niña que no puede ser dejada sola prácticamente en ningún momento de su vida.

La película es, en parte, una oda al trabajo de los asistentes sociales que enfrentan situaciones extremas con niños que están al borde del abismo. Sin una sola mención explícita, el relato deja claro que los reformatorios, la delincuencia y las adicciones están a apenas un puñado de pasos de dónde está Benni. Solo hace falta que transcurra un poco de tiempo y la niña se convierta en adolescente.

En esa exploración de opciones para un caso que no se puede controlar también se siembran algunas dudas sobre la medicalización. Es que cuando Benni estalla recurrentemente la crisis termina en hospitales, con amarras y medicamentos, aunque como lo que es analgésico, quizás sirva para calmar el dolor pero no para atacar al problema.

El drama social que propone Fingscheidt es tan vibrante como su protagonista principal. La película no tiene calma porque Benni tampoco la encuentra. Y la pregunta sobre su destino se hace cada vez más grande y sostiene el interés sobre lo que se cuenta. Los ataques de ira son exhaustivamente mostrados al principio para luego ser contados con mayores sutilezas visuales. Pero todo es cada vez peor y hasta los más esforzados trabajadores sociales se ven inclinados a bajar los brazos.

Todos querrán renunciar menos la película, que siempre le da a Benni eso que tanto quiere, esa atención sin condiciones. System Crasher es un relato sobre una niña que no se puede adaptar a la vida en sociedad. También sobre los límites de la asistencia estatal, y las deficiencias de las familias. Se trata de un gran arrebato de furia, como los que atraviesan a la niña, pero contado con mucho amor. El principal asterisco que se puede señalar está también relacionado con la incertidumbre que genera Benni. Su historia turbulenta es de final incierto y el film opta por huir de una conclusión, como hace la niña cada vez que algo no le gusta.
El Golo Cine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow