La causa por la que yo conocí ese eslogan tan pegadizo tiene un nombre muy concreto: DREAMCAST.

En efecto, cuando me pillé la última de las consolas Sega, en los veranos de los dos mil unos, una de las betas que venían en la demo incluída era la del 'Ready 2 Rumble', un peculiar juego de boxeo muy enfocado a la parodia y a la exageración. Dio la casualidad que en alguno de los canales de pago de cine que teníamos por entonces estaban poniendo (y repitiendo mucho, de hecho) esta película de idéntico título al videojuego de Midway.

Ya me pierdo en si la película guarda alguna relación con el juego, o si la cosa va más de que el tal Michael Buffer es tan famoso en U.S.A. y su presentación de los espectáculos tan emblemática, que decidieron hacerle al mismo tiempo un videojuego de boxeo, y una peli de lucha libre.

Pues se me hace extraño que después de tantos años, y con unos actores... bueno, más o menos conocidos, como la chica de EMBRUJADAS, el mítico Landau, Cifra el de MATRIX... y los dos simpáticos protagonistas, haya tan poca gente que conozca esta cinta.
La cual, debo decir, tiene unos cuantos defectos. Sobre todo en el montaje, que verdaderamente hay veces que parece que faltan partes de las escenas, y también en otros detalles. Vamos, que la peli es malilla, y que sin embargo resulta muy divertida. Al menos para mi gusto, que soy muy aficionado a la comedia descerebrada.

Por otro lado, es un homenaje bastante sentido y entrañable al mundo del Wrestling, mucho menos patético y trágico que el de EL LUCHADOR, obviamente, pero igualmente destacable. Digamos que mucho más adolescente.

Una peli que pasó sin pena ni gloria y que me hace lamentar que otras basurillas que salen a menudo mil veces menos interesantes que LISTOS PARA LUCHAR sí logren ese objetivo anhelado de toda película que es, al menos, ser recordada.