Toda una sorpresa, sin duda una de las grandes cintas de 2015 que he conocido gracias a Atlántida Film Festival. Un armenio de izquierdas está en peligro en Turquía con el gobierno filonazi. Se esconde en un pueblo con un matrimonio de resistentes. Pronto entre él y la bella joven surgirá el amor. Pero ambos son asesinados por las tropas gubernamentales poco antes del fin del conflicto. Se podrá decir que esta historia ha sido contada mil veces y mejor. Pero este filme atesora una belleza inquietante, con unos silencios que hieren y una espectacular fotografía del colaborador de Angelopoulos. Película intimista en la que durante buena parte del metraje parece no suceder nada pero quizás sucede demasiado, la vida nada menos. Magnífica.