Un director de cine que vive retirado en una isla (trasunto del propio Bergman, que vivía retirado en la isla de Faro, según él, esperando la muerte), recibe la visita de una mujer que no es sino una proyección de su imaginación y que, se nos desvela al final, está muerta. Le va desgranando a este anciano la historia de un complejo y morboso triángulo amoroso, en forma de larga confesión psicoanalítica. Una increíble Lena Endre, de lo mejor de esta increíble cinta, vive un tórrido romance con David, hombre de teatro y amigo íntimo de su marido. Pronto la protagonista se verá atrapada entre dos desequilibrados, aguantando el tirón con estoicismo y agarrándose como tabla de salvación a su hija. La historia se va hilvanando ante la incredulidad y el asombre del anciano director. Con una fotografía magnífica y el soberbio guión del maestro Bergman, Liv Ullmann nos entrega una verdadera obra maestra, todo un retrato en tono gris sobre la vida, el amor, la traición...imprescindible.