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España España · Barcelona
Voto de Mauri:
10
Drama Una niña de 6 años y sus amigos pasan el verano en un pequeño motel muy próximo a Disneyworld, mientras sus padres y el resto de adultos que les rodean sufren aún los efectos de la crisis. (FILMAFFINITY)

9 de febrero de 2018
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine puede ser algo revelador.
Películas como THE FLORIDA PROJECT son reveladoras.
Sean Baker, director del film, ya me sorprendió con TANGERINE (2015). El mejor cuento de Navidad moderno que he visto. Después de ver THE FLORIDA PROJECT, certifico mi fe en el cine, mi convicción que estamos delante de un AUTOR (con mayúsculas) y algo más…
Ese “algo más” me sacude, se convierte en algo revelador, que remueve algo en mi interior. Curiosamente otro film reciente centrado en la figura de la infancia, ESTIU 1993, produce ese efecto
Como es esperable de toda crítica, aportare cierta información sobre el film:
Es una historia costumbrista sobre cómo una niña Moone (Brooklynn Prince) pasa su verano en un motel marginal a la sombra del Glamour de los parques temáticos de Disney en Florida. Vemos también como el encargado del motel, Bobby (Willem Dafoe) intenta convivir con la precariedad material, pero con una inmensa humanidad.
Sean Baker se pasa del digital (IPHONE) al celuloide (35mm) e incluye en el casting una estrella de Hollywood al uso (Willem Dafoe) sin perder un ápice de frescura en las interpretaciones. Magistral el papel de la madre de Moone, Halley (Bria Vinaite), descubierta por el director a través de Instagram.
Con un tono costumbrista, el film no juzga a sus personajes, pero nos presenta sin tapujos, ( pero sin caer en la llamada “pornomiséria”) toda la marginalidad de los expulsados del sueño americano. Eso nos hace cuestionar nuestra posición moral ante todo lo que vemos suceder. Drogas, sexo, relaciones de poder…
La estética del film (con esos colores ultrapop con estética Miami+Disney), el tono nada moralista, ni lacrimógeno, el ritmo frenético (que ya vimos en TANGERINE), nos confirma la presencia de Sean Baker detrás de la cámara con un lenguaje claramente reconocible como autor con personalidad propia.
Pero más allá de estos datos, lo que hace de THE FLORIDA PROJECT un film revelador, es ese “algo más”, difícil de describir, difícil de encontrar, que pocas veces consigue una película. Conseguir remover algo en tu interior. Tocar la fibra con la libertad que transpiran personajes como el de la madre de Moone, con la alegría de vivir que rebosan los niños protagonistas, a pesar del entorno. Emocionar con la humanidad de Bobby. Y a la vez, disfrutar del dominio de la estética, del ritmo, de los colores, los silencios (brutal aparición de la música), en definitiva de todos los elementos cinematográficos.
Todo eso, renueva mi ilusión en el cine, como forma de comunicación, con capacidad para emocionar y trascender. Pero más que eso, señala la inocencia de la infancia, como esperanza para un mundo en el que “vamos mal” (como el film muestra). THE FLORIDA PROJECT presenta una mirada megalúcida al mundo de la infancia y consigue ser una celebración a la vida y una lección magistral de cine.
Mauri
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