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Voto de sankmanda:
9
Drama Cecilia ocupa sus días ensayando la comedia Noche de reyes de W. Shakespeare mientras Viola deja pasar los suyos arriba de una bicicleta repartiendo películas pirateadas. Entre diferentes teorías del deseo, entre sueños, versos y ficciones en un mundo de mujeres shakesperianas, los misterios no se resuelven, pero el amor circula irrefrenablemente. (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2013
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un juego de seducción donde ella danza mientras el diálogo de una comedia de Shakespeare se repite, coqueto, en bucle. Una mirada furtiva. Reflexiones acerca de la naturaleza de las relaciones humanas con Shakespeare de fondo. La intriga de si llegará o no llegará el beso.

A riesgo de resultar incomprendido voy a hacer una comparación atrevida. Viola es a En la Ciudad de Sylvia lo que la primera secuencia de Ingloriuous Basterds a la primera secuencia de Hasta Que Llegó Su Hora. Su versión hablada. Su versión hiperdialogada. Intentaré justificar mi comparación con la película de Guerín, el por qué me vino a la cabeza más de una vez durante la proyección. Ambas buscan la realidad a través de la ficción. Y más importante, ambas encuentran retazos de realidad que pocos documentales consiguen. Ambas buscan el suspense Hitchockiano utilizando recursos formales absolutamente antagónicos a los que utilizaría el maestro. El suspense que te otorga esa realidad antes mencionada, que te proporciona un gesto, un giro de cabeza, una mirada. Una vez más el mayor suspense se encuentra en un rostro humano.

La diferencia como ya he dicho se encuentra en el diálogo. Martín Piñeiro utiliza a Shakespeare, juega con él, le da la vuelta. Le utiliza como herramienta para conformar varias capas de metaficción: teatro, ensayos, actrices y por encima de todo “la palabra” como concepto. Mientras tanto los personajes bailan coreográficos y la cámara elegantemente les sigue, cuando no se entretiene siguiendo a esa señora que pasea a su perro, o a ese chico que se cruza y mira a nuestra Viola (personaje), y que más tarde acaba apareciendo. Así se tejen nuestras redes sociales (las verdaderas, las de la calle), y así se tejen las redes de Viola (película) hasta que al final, su voz en off cierra el círculo con la primera secuencia. Cierra en círculo esos cuatro bloques separados formalmente pero absolutamente unidos por esas pequeñas casualidades, o encuentros, o miradas, que es al final lo que nos une entre nosotros. Realidad pura.
sankmanda
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