Reconozco mi curiosidad ante la película de animación de Juan José Campanella y basada en un cuento de Fontanarrosa, pero el resultado con el que me he encontrado ha sido algo decepcionante. Ni qué decir que el guion se ha diluido en un producto excesivamente infantil y aburrido, produciéndome una sensación de tedio en algunos compases de la película. Bien la historia de superación como premisa, pero los personajes no arrastran ni un gramo del carisma necesario que nos ayuda a empatizar con ellos. Ese Amadeo cobarde y tímido que busca el coraje en sus partidas de futbolín en un personaje ramplón y soso que no llega a despertar en ningún momento de su letargo. Al igual que los jugadores del futbolín, de los que te das cuenta que no son ellos los protagonistas, sino meros espectadores de un espectáculo que le es ajeno. En la otra cara de la moneda, como antagonista, una recreación del Cristiano Ronaldo más egocéntrico rescata las maldades de la fama y de una juventud mal enseñada.

Hay que reconocer que en el apartado técnico, o sea, de animación, la película es perfecta y no tiene nada que envidiar a la animación norteamericana. Pero eso solo a mí no me vale. Aún así, recomiendo que la vean y que juzguen por ustedes mismos.