Media votos
7,2
Votos
161
Críticas
1
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de MrGropius:
10
2 de octubre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribo esta crítica, mi primera crítica, simplemente por hacerle justicia y en respuesta al “2” de un poco más abajo que le han puesto en otra crítica. Lo hago porque Rodrigo Cortés es un tío que me cae simpático. Seré breve: el corto es lo que es y hay que tomarlo como lo que es. Sin embargo, creo que sí tiene algún rasgo de la malicia, del fino sentido del humor que caracteriza a su director. Un tema recurrente, un escenario recurrente. Aunque quizás sea ello, me refiero al uso de ciertos tópicos del cine de terror, o como bien queramos llamarlo, lo que le dan un aspecto familiar, reconocible y le hace esbozar una sonrisa a quien lo ve. Es decir, en cierta forma es un recurso casi de “parodia” para contarnos más bien otra cosa. Se lo digo al compañero de más abajo, que no creo que haya diferenciado bien aquello de forma y contenido.
Existe otra cosa que a mi parecer es el punto fuerte (quizás sea una interpretación influida más por las circunstancias personales de quien escribe): la compañía Naturgy, quien me persigue desde hace más de un año por impago de una mensualidad de menos de 80€, supongo que será la que puso las condiciones o incluso financió/subvenciono/etc. de alguna forma. Es lo de menos. La excusa, como ahora no está de más ponerse la etiqueta verde, supongo que era la tan invocada y a la vez carente de significado “sostenibilidad”. Para ponerse, además, la etiqueta de fomento de la cultura, esto toma forma a modo de cortometrajes. Bien. A partir de aquí mi argumento:
Existe otra cosa que a mi parecer es el punto fuerte (quizás sea una interpretación influida más por las circunstancias personales de quien escribe): la compañía Naturgy, quien me persigue desde hace más de un año por impago de una mensualidad de menos de 80€, supongo que será la que puso las condiciones o incluso financió/subvenciono/etc. de alguna forma. Es lo de menos. La excusa, como ahora no está de más ponerse la etiqueta verde, supongo que era la tan invocada y a la vez carente de significado “sostenibilidad”. Para ponerse, además, la etiqueta de fomento de la cultura, esto toma forma a modo de cortometrajes. Bien. A partir de aquí mi argumento:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Un comportamiento responsable con el medio ambiente, que es lo que debería ser la “imposición” de la compañía energética como temática del corto, sirve solo como excusa, además excusa bien forzada convenientemente, para llevar a la protagonista hacia una historieta de zombies.
Todos los malos hábitos la conducen a quedarse tirada en un bosque sombrío, a quedarse sin gasolina y con su única posibilidad de escape, su coche, inutilizado. La premisa, la “sostenibilidad”, no creo que el director se la crea viniendo de Naturgy, al menos entiendo que se lo toma como la típica campaña de lavado de cara de las energéticas actuales. O, bueno, al menos yo me lo tomo así. La cuestión sirve de base para la sorna, representada radiofónicamente, para reducir al absurdo aquello de que los comportamientos individuales repercuten en la catástrofe global. Se lo dice Naturgy, con la voz de Julia Otero, a la pobre desgraciada que se había olvidado de echar gasolina. Se lo dice Naturgy, que su modelo de negocio se basa en la sobreexplotación de los recursos naturales, pero que ahora los va a sobreexplotar de forma “verde”. Tampoco quiero ser moralista, es una cuestión estructural de la que tampoco se puede escapar sin resquebrajar el mismísimo capitalismo. Tampoco voy a seguir por ahí para que no me tache el lector de maximalista. Solo hablo de un cortometraje.
Conclusión. Que una campaña propagandística con etiqueta de color verde y en forma de voz radiofónica advierta a una pobre conductora de sus comportamientos poco respetuosos con el medio ambiente y que tales advertencias se conviertan en realidad en forma de ataque zombie, eso, en definitiva, me hace gracia. Y es que ahí está el humor, en la misma existencia del cortometraje: su razón de ser no se la toma en serio ni el propio corto. Y eso es gracioso y me ha hecho sonreír. Y eso me parece que lo hace tener un punto interesante.
Mr.Gropius
Todos los malos hábitos la conducen a quedarse tirada en un bosque sombrío, a quedarse sin gasolina y con su única posibilidad de escape, su coche, inutilizado. La premisa, la “sostenibilidad”, no creo que el director se la crea viniendo de Naturgy, al menos entiendo que se lo toma como la típica campaña de lavado de cara de las energéticas actuales. O, bueno, al menos yo me lo tomo así. La cuestión sirve de base para la sorna, representada radiofónicamente, para reducir al absurdo aquello de que los comportamientos individuales repercuten en la catástrofe global. Se lo dice Naturgy, con la voz de Julia Otero, a la pobre desgraciada que se había olvidado de echar gasolina. Se lo dice Naturgy, que su modelo de negocio se basa en la sobreexplotación de los recursos naturales, pero que ahora los va a sobreexplotar de forma “verde”. Tampoco quiero ser moralista, es una cuestión estructural de la que tampoco se puede escapar sin resquebrajar el mismísimo capitalismo. Tampoco voy a seguir por ahí para que no me tache el lector de maximalista. Solo hablo de un cortometraje.
Conclusión. Que una campaña propagandística con etiqueta de color verde y en forma de voz radiofónica advierta a una pobre conductora de sus comportamientos poco respetuosos con el medio ambiente y que tales advertencias se conviertan en realidad en forma de ataque zombie, eso, en definitiva, me hace gracia. Y es que ahí está el humor, en la misma existencia del cortometraje: su razón de ser no se la toma en serio ni el propio corto. Y eso es gracioso y me ha hecho sonreír. Y eso me parece que lo hace tener un punto interesante.
Mr.Gropius