Un hombre no puede poner en marcha un negocio porque todo su dinero va a parar a su ex mujer y por eso decide buscarle marido, librarse de ella y volver a ser libre. La historia podría haber sido mucho, mucho más interesante. En ese sentido, desaprovechada.
Matt Dillon no tiene la fuerza suficiente para ser el protagonista, le falta el carisma que le sobra a William Hurt. A uno le queda grande el papel principal y al otro le queda (muy) pequeño el personaje secundario.
'Un marido para mi mujer' es esa clase de películas hechas para pasar el rato, incluso del tipo de largometrajes que a uno no le importa ver en televisión y que le interrumpan con los anuncios. Es más, incluso algún que otro descanso publicitario se convierte en eso, un descanso. Si no hay más remedio...