Culebrón bien ambientado, adaptación de una de las enésimas novelas de Barbara Cartland.

No es más que eso, una telenovela con formato de telefilm que se deja ver, entre otras cosas por el buen trabajo del reparto protagonista y una digna puesta en escena.

Pasados turbulentos, secretos no revelados, flechazos, príncipes, asesinatos y alguna que otra sorpresa más o menos previsible. Christopher Plummer ennoblece el resultado, una vez más perfecto con atuendo de época. Eso sí, hay que esperar y mucho hasta su aparición.