Puro batiburrillo de elementos tomados de películas anteriores, en el que el protagonismo que habitualmente está en manos de vampiros, licántropos o monstruitos varios, se cede amablemente a… ¡Tachaaan! Toda la corte celestial de ángeles, arcángeles, angelitos y angelotes. Y alguna que otra angelita que muy bien podría aparecer en “CSI Las Vergas”. Oscura sí es la peli, sí; y aburrida también. Lo de las lentillas de colores está muy visto, al igual que los guardapolvos de cuero estilo “Matrix” y la iluminación a lo “Blade Runner”. Las reflexiones pseudo-filosófico-religioso-anatómico-forense son pelín patéticas, pero igual hay quien se come el tarro con ellas. A quienes disfrutasen de pestiños como “Underworld”, “Constantine” y similares, supongo que le gustará. El resto, mejor rezarle al ángel de la guarda, que falta nos hace.