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Voto de Taylor:
2
15 de noviembre de 2010
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me permitís el paralelismo, yo diría que “Rest Stop” funciona como esos equipos de fútbol malillos que, tras el pitido inicial, salen en tromba dispuestos a comerse la hierba y a soltar patadas sin ton ni son con el quimérico objetivo de impresionar a su rival, desquiciarle y lograr que no juegue cómodo.
Lo que suele suceder, sin embargo, es que tras ese aluvión de furia, ímpetu, arrebato y vehemencia viene la fatiga. El cansancio. El desgaste. El bajón. Y eso mismo es lo que le ocurre a “Rest Stop”. Una peli de terror y gore que empieza bien -muy bien, incluso- pero que, al cabo de media horita, cae en picado hasta convertirse en un bodriete del montón por el que no darías ni dos duros. Y todo ello por culpa de un lamentable guión que bien podría haberse escrito en un papel de fumar y que termina cediendo el paso al dislate y al esperpento más absolutos en un burdo intento de estirar una situación que no da más de sí desde un primer momento.
Dos miserables estrellitas, pues, para un mondongo que empieza bien, continúa chapuceramente y termina -si cabe- peor. Ideal para verla borracho perdido y no perderse ni un solo detalle del argumento.
Lo que suele suceder, sin embargo, es que tras ese aluvión de furia, ímpetu, arrebato y vehemencia viene la fatiga. El cansancio. El desgaste. El bajón. Y eso mismo es lo que le ocurre a “Rest Stop”. Una peli de terror y gore que empieza bien -muy bien, incluso- pero que, al cabo de media horita, cae en picado hasta convertirse en un bodriete del montón por el que no darías ni dos duros. Y todo ello por culpa de un lamentable guión que bien podría haberse escrito en un papel de fumar y que termina cediendo el paso al dislate y al esperpento más absolutos en un burdo intento de estirar una situación que no da más de sí desde un primer momento.
Dos miserables estrellitas, pues, para un mondongo que empieza bien, continúa chapuceramente y termina -si cabe- peor. Ideal para verla borracho perdido y no perderse ni un solo detalle del argumento.