Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
6
Romance. Comedia Un matrimonio y un amigo común son víctimas de un naufragio. Afortunadamente consiguen llegar hasta una isla desierta, pero allí tendrán que hacer frente a un nuevo modo de vida. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2010
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obviamente, “La cabaña” no es ninguna obra maestra. Ni tan sólo una de esas pequeñas joyas de reivindicación perentoria e inmediata. Aún así, la peli de Robson es -para el que esto suscribe- una obra fundamental. Un punto de inflexión. Una especie de mágica intersección adolescente entre dos trayectorias fundamentales. La que empezaba a perfilar mi futura pasión cinéfila y la que empezaba a proclamar mi propio despertar sexual. ¿El motivo? Como podréis deducir, Ava. Ava Gardner.

Y es que fue verla en esta peli y dejar de ser un niño, amigos. Así, de sopetón. Sin previo aviso. Sin transiciones. Sin otra metamorfosis que la de un montón de hormonas en ebullición. En serio, amigos. Fue verla y darme cuenta que, a partir de ese momento, ya no podría mirar a ninguna mujer de bandera con ojos de niño. Sin pretender poseerla. Sin imaginarme cómo y de qué manera hacerla mía. Sin fantasear con sus orgasmos. Y los míos, por supuesto.

Así fue, pues, como descubrí a Ava. Perdida en una pequeña cabaña de una remota isla desierta del Pacífico. Acompañada, eso sí, de dos gentlemen de postín: Stewart Granger y David Niven. Los dos vértices restantes de un triángulo amoroso imposible. Mis rivales, vaya. Dos tipos que hubieran tenido sus horas contadas si hubieran tenido la mala suerte de cruzarse conmigo. Por la gloria de mi madre. O mejor dicho, por la gloria de Ava. El animal más bello del mundo.
Taylor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow