Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Drama Cuenta la historia real de Robin (Andrew Garfield), un joven atractivo, brillante y aventurero cuya vida da un giro drástico cuando la polio le deja paralizado. (FILMAFFINITY)
11 de noviembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si nos ponemos a pensar en una lista con las peores tragedias que nos puedan suceder, lo normal es que la posibilidad de acabar tetrapléjico encarcelado en un cuerpo que no te responde ocupe una de las primeras posiciones a la altura, o por encima, de las muertes más dolorosas que se nos puedan ocurrir. El orden y, en general, todo lo relacionado sobre el asunto ya es algo enormemente personal y depende de cada uno. De hecho, el tema es espinoso y escribir sobre ello supone un gran riesgo de terminar resultando ofensivo o insensible. Por eso se hace resulta tan complicado escribir sobre películas de esa temática sin entrar en un debate sobre la legalidad y moralidad de la eutanasia para el que no tengo más opinión que la de que cada persona es su propio mundo. No se puede juzgar a alguien por querer vivir o morir sin considerar el contexto social, familiar y familiar. Por un lado, no todo el mundo tiene la misma resistencia ni el mismo mundo interior para aguantar un castigo así, ni los mismos medios económicos para sobrellevarlo de la mejor manera, ni el mismo apoyo familiar… pero por otro lado, al mismo tiempo, un apoyo familiar incondicional puede conducir al fenómeno contrario de sentirse una carga para la gente que quieres o una situación económica desahogada ser indicativa de que la persona llevaba un tren de vida agitado que le hace aún más insostenible la situación actual.

Pero concluyendo que el tema es complejo, me llama la atención la forma que tienen diferentes sociedades de abordar ese mismo tema. Por lo dicho anteriormente, del censo de tetrapléjicos de un país tiene que haber historias para todos los gustos, más o menos optimistas dentro de la gravedad, historias con múltiples aristas. Entonces, ¿por qué las películas en España, especialmente la más representativa “Mar Adentro”, sólo hablan de la parte miserable del tema? Incluso un tío capaz de hacer solvente cine comercial como Amenábar sin miedo a thrillers policiales, sobrenaturales o dramas históricos empotra la acción en la habitación de Ramón Sampedro y sólo sale de ella para exhibir la vida que dejó atrás. Y dentro de la habitación todo gira en torno a la muerte: él quiere morir, los familiares no dicen que le quieren vivo sólo que no deben dejarle morir debido a sus creencias cristianas y hasta Belén Rueda está sólo interesada en los aspectos técnicos de la muerte. Muerte, muerte, muerte… el mensaje es claro: «la vida es una mierda y postrado en una cama, más, así que eutanasia para todos y eutanasia ya».

En Inglaterra, en cambio, con “Una razón para vivir” han encontrado una historia similar en los aspectos más importantes pero con una óptica totalmente distinta. Para empezar Andy Serkis (sí, el Gollum de “El Señor de los Anillos” metido a director) se esfuerza por hacerla agradable en el plano visual y mental, contando la historia desde el principio, con una introducción que presenta a Robin Cavendish como un joven trabajador y emprendedor, a punto de ser padre, que se ha labrado una vida en unos espléndidos paisajes africanos y al que la vida se le trunca por culpa de la poleo. Como es normal, el golpe es brutal y le lleva a los momentos más bajos de su vida, pero toca fondo y encuentra motivos para seguir vivo gracias a una esposa tan tenaz, o más, que él. A partir de aquí, dentro de sus limitaciones, intenta desarrollar una vida plena hasta que el deterioro es tal que, en familia, se enfrentan a la terrible decisión final. Muchos dirán que “Una razón para vivir” está llena de licencias interesadas para reforzar el argumento de «tú verás lo que haces, pero muchas veces las limitaciones no son tan insuperables como parece» y probablemente sea cierto, pero está basado en hechos reales y es una película inglesa, por lo que me inclino a pensar que refleja la esencia de la vida de Robin.

Como decía al principio, cada persona es un mundo y la película no debe servir de argumento provida, eso queda a criterio de la situación de cada uno, pero el contraste con “Mar adentro” es evidente. No toma un posicionamiento, no busca exponer una cosmovisión de muerte, no busca el aplauso de ciertos sectores políticos y, sobre todo, pretende contar una historia que, si bien es dramática, al menos es agradable de ver con una gran fotografía, situaciones de gran variedad emocional e inteligentes diálogos. Sinceramente, no creo que en “Mar adentro” hubiera oportunismo político más allá de la coincidencia con la llegada del Gobierno Zapatero y que sus ministros corrieran a los cines a hacerse la foto, creo que es un tema más de ese complejo patológico del cine español de querer llenar la pantalla siempre de miserias, de exponer el lado sórdido. No tenía pensado valorar ni escribir sobre “Una razón para vivir”, pero me ha interesado cómo consigue contar un drama sin dejar de ser una película vistosa y entretenida.
OsitoF
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow