Didáctica reconstrucción del asesinato de Trosky que demuestra que se puede hacer cine de la guerra civil alejado de la ortodoxia de republicanos barbudos buenos, franquistas repeinados malos, hambre, caciques y represalias. Está bien hecha, parece estar bien documentada, lo que cuenta se entiende, se sigue bien a pesar de tanto personaje y los sucesos y comportamientos son consistentes. Si acaso, hay un exceso de blanqueamiento de una figura controvertida a la que muchos consideran el líder de un comunismo bueno frente al comunismo malo de Stalin, cuando estudios más trabajados demuestran que era un comunismo igual de despiadado – como que él-, con la diferencia de que perdió en el juego de tronos de la lucha por el poder rojo y no tuvo tiempo de desarrollar su programa ni sus represalias. También puede ser que ese lavado de cara no sea intencionado, simplemente la simpatía que despierta el bando perdedor y la manía humana de tomar partido haciendo bueno al menos malo.

Sobria. Recorre cada paso de la historia que quiere contar y lo deja concienzudamente claro antes de pasar al siguiente. No me terminan de convencer ciertas interpretaciones, pero se les entiende que es lo importante. Ideal para una tarde que te sientas con ganas de ver algo que entretenga a la vez que aporte algo de historia.