La verdad es que últimamente no nos podemos quejar en cuanto a la calidad de ciertas series. Si bien es cierto que hay mucha morralla inservible, las series que destacan, lo hacen por todo lo alto. Y aquí tenemos un enorme ejemplo de lo que es una serie con un humor bestial, con protagonistas carismáticos y con un "no-sé-qué" que hace que cuando se acabe un capítulo, inmediatamente quieras ver otro.

Y es que todo, absolutamente todo en esta serie, roza la genialidad: Ambiente, guión, giros, diálogos, personajes, actuaciones... Y sin mencionar el hecho de que jamás me he encontrado con un capítulo en el que me dijese "bueno, pues no es para tanto". Todos los capítulos son dignos de mención, y tienen tantos gags y tantos detalles que invitan a verlos varias veces para refrescarte la memoria. Vale, tienen una estructura simple, pero es que la historia que desencadena cada capítulo, aparentemente simple, luego se va complicando y mostrando más de lo que en principio parece, teniendo incluso moralejas que, aunque a veces sean obvias, hasta quedan bien y todo.

En definitiva, es una serie que todo el mundo debería ver, al menos un capítulo y al menos una vez en la vida, porque desde luego hay muy pocos exponentes de lo que es una buena serie de humor.