En primerísimo lugar, no es una película de terror. Para mi forma de ver, las películas de terror son las que tienen como objetivo asustarme. Esta película no parece tener nunca la intención de asustar. En segundo lugar, la música y las actuaciones son para TV y no para cine. En tercer lugar, la película amaga todo el tiempo con presentar una trama paranormal y exótica, cuando en realidad resulta ser un chasco muy pero muy pero muy poco creíble. O sea: no le den una oportunidad. No la vean.