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Voto de Not Pennys boat:
9
2019
Paolo Sorrentino (Creador), Paolo Sorrentino
7,5
6.408
Serie de TV. Comedia. Drama
Serie de TV (2020). 9 episodios. El Papa Pío XIII está en coma. Tras un breve interludio de incertidumbre, Voiello logra que se elija a Sir John Brannox (John Malkovich) como su sucesor, un moderado, sofisticado y encantador aristócrata inglés que asume su nuevo rol bajo el nombre de Juan Pablo III. Aunque el nuevo Papa parece ser perfecto, sus allegados no tardan en descubrir sus debilidades y secretos. Mientras tanto, Voiello lucha ... [+]
9 de febrero de 2020
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorrentino lo ha vuelto a hacer.
Ha vuelto a dejarnos con la boca abierta con diez capítulos que son un regalo para la televisión. Es cierto que no es tan brillante como su antecesora, pero igualmente atractiva.
Aunque ambas temporadas están ambientadas en la Iglesia y la vida papal, creo que es acertado decir que la serie no va de religión. No me malinterpreten; los protagonistas son cardenales, papas, monjas y feligreses.. pero aún así no es una serie que versa sobre la religión. Y mucho menos que esté dirigida a un público cristiano. La religión y la vida eclesiástica es simplemente el instrumento que utiliza Sorrentino para mostrarnos una de las armas más poderosas de toda la historia: el poder. Y la lucha por alcanzarlo en la institución más antigua del mundo; la Iglesia Católica.
Con esto en mente solo tenemos que dejarnos llevar y disfrutar de las actuaciones de Jude Law y John Malkovich, que se ven eclipsados por un maravilloso Cardenal Voiello (Silvio Orlando) que es sin duda, de las actuaciones más redondas de la serie. El resto del reparto queda algo más deslucido en comparación con la primera temporada, perdiendo importancia con el paso de los capítulos. Visualmente, un regalo. A nivel argumental, no importa demasiado lo que ocurre sino cómo ocurre y los mensajes que nos muestran por el camino.
Una serie imperdible cuyo mantra bien podría ser que todos somos imperfectos y que nadie (ni si quiera la máxima figura de bondad) es completamente bueno.
Ha vuelto a dejarnos con la boca abierta con diez capítulos que son un regalo para la televisión. Es cierto que no es tan brillante como su antecesora, pero igualmente atractiva.
Aunque ambas temporadas están ambientadas en la Iglesia y la vida papal, creo que es acertado decir que la serie no va de religión. No me malinterpreten; los protagonistas son cardenales, papas, monjas y feligreses.. pero aún así no es una serie que versa sobre la religión. Y mucho menos que esté dirigida a un público cristiano. La religión y la vida eclesiástica es simplemente el instrumento que utiliza Sorrentino para mostrarnos una de las armas más poderosas de toda la historia: el poder. Y la lucha por alcanzarlo en la institución más antigua del mundo; la Iglesia Católica.
Con esto en mente solo tenemos que dejarnos llevar y disfrutar de las actuaciones de Jude Law y John Malkovich, que se ven eclipsados por un maravilloso Cardenal Voiello (Silvio Orlando) que es sin duda, de las actuaciones más redondas de la serie. El resto del reparto queda algo más deslucido en comparación con la primera temporada, perdiendo importancia con el paso de los capítulos. Visualmente, un regalo. A nivel argumental, no importa demasiado lo que ocurre sino cómo ocurre y los mensajes que nos muestran por el camino.
Una serie imperdible cuyo mantra bien podría ser que todos somos imperfectos y que nadie (ni si quiera la máxima figura de bondad) es completamente bueno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Para el recuerdo quedan los discursos del cardenal Voiello (Silvio Orlando) en el funeral de Girolamo y de Juan Pablo III (Malkovich) durante el Ángelus. Uno por plasmar la fragilidad en el personaje más fuerte de la serie y otro por lo inclusivo que se mostró.
El alegórico final con el que acabe la serie, que cada uno lo entienda y disfrute a su manera. ¡Muchas gracias Sorrentino!
El alegórico final con el que acabe la serie, que cada uno lo entienda y disfrute a su manera. ¡Muchas gracias Sorrentino!