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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
5
Drama Hans, un realizador alemán, se encuentra en Madrid para hacer un programa de televisión sobre la capital y la guerra civil, al cumplirse el cincuentenario de ésta. Acompañado por Lucía, responsable del montaje, y por Goyo, su operador, recorre y graba imágenes de la ciudad actual, dispuesto a descubrir sus espacios y sus gentes relacionados con el pasado. Al mismo tiempo, revisa y monta los materiales de archivo sobre la época. En su ... [+]
23 de octubre de 2012
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El motivo de mi baja calificación es que, en realidad, Madrid contiene dos películas, mejor dicho, una película y un documental, pero mal engarzados, peor trabados y montados chapuceramente. Al fin y al cabo, Patino siempre se ha superado en sus documentales, entre los que destacaría Canciones para después de una guerra y Caudillo, y ha fracasado en sus obras de ficción, desde Nueve cartas a Berta hasta Octavia, pongamos por caso. Mientras que la película de ficción es bastante nefasta, con los vagabundeos de Rudiger Vogler (esforzado en su castellano) por las calles de la ciudad con su cámara, y sus aventuras amorosas que nadie puede creerse (nefasta la escena en la que baila con Verónica Forqué), toda la parte documental es superlativa. Vemos el Madrid de la Guerra Incivil, la transición (con los grises reconvertidos en maderos), hasta desembocar en la era de la Movida y su mejor alcalde, Enrique Tierno Galván, el Viejo Profesor. Las imágenes gozan de una banda sonora muy bien escogida, a base de zarzuelas y canciones de Celia Gámez o similares, y te permite hacerte una buena idea de un Madrid combativo y vital, muy alejado de la ciudad que ha caído en las garras de la siniestra Botella y los sucesores de la pavorosa Aguirre. Está claro que no es una película para nostálgicos del bando vencedor.
Para curiosos y coleccionistas, aparte de descubrir a un Josep Maria Pou de hace 22 años, recomiendo la búsqueda del inefable Sisa en un pequeño papel, pertrechado con el nom de guerre de su estapa madrileña.
Eduardo
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