Media votos
5,3
Votos
10.664
Críticas
1.293
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Eduardo:
6
6,5
72
Cine negro. Drama
Al mafioso Roback Eddy (Dane Clark), un desertor del ejército, lo liberan sus compinches mientras la policía lo traslada al juzgado. Tras resultar herido en el tiroteo, busca la ayuda de su ex novia Denise Vernon (Simone Signoret) con el fin de conseguir el dinero necesario para pasar la frontera. Mientras tanto, la policía lo persigue sin tregua. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por cortesía de mi estimado Ramonmari, amigo de toda la vida y militante de FA, he pasado unos días en Madrid, donde me he dedicado a hurgar en su inmensa filmoteca de cine negro, de la que he desenterrado algunas perlas más o menos afortunadas. Acorralado es una rareza. Se trata de una película de nacionalidad francesa, rodada en París por el veterano Frank Tuttle, que inició su carrera en 1922, con el actor de tercera fila estadounidense Dane Clark y la soberbia Simone Signoret, un auténtico placer para los sentidos. Fernand Gravey, en el papel del tenaz inspector de policía que sigue la pista del asesino Eddy Roback, mientras flirtea elegantemente con la hermosa novia de éste, Denise, clava la interpretación en todas sus apariciones. Por lo visto, existe una versión en francés de esta misma película (Le traqué), copia que habríamos debido ver, porque siempre deja estupefacto ver a actores franceses hablando en inglés en una película ambientada en París. Tuttle rueda bien en las calles de nuestra ciudad favorita y en los decorados que reproducen calles parisinas, y si bien el guión es algo reiterativo y previsible, entrega un film noir interesante y necesario en cualquier colección que se precie, por su condición de indudable rareza. Ver spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En cualquier caso, Acorralado lleva la trama hasta las últimas consecuencias en un tiroteo final donde no se libra ni el apuntador. Los malos mueren, y la bella, ay, llevada por su incomprensible apego al gángster (los caminos del deseo son inescrutables), paga con la vida sus fatales decisiones.