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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
7
Cine negro. Drama Olivia regresa a Inglaterra tras la muerte de su marido, un misionero en Jamaica. En el viaje cuida de Mark, un bribón que huye de la policía y que enferma de malaria. Ya en Londres, Olivia convierte su casa en una pensión, y Mark le declara su amor. Cuando éste decubre las cartas de amor que un hombre casado le envía a ella, Mark trata de chantajear al autor de las mismas. (FILMAFFINITY)
25 de junio de 2019
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay realizadores que no han recibido todavía el reconocimiento que merecen. Existe escasa consideración por el nombre de Lewis Allen, un hombre que debutó con Los intrusos, casi una obra maestra, un fantastique en el que la sombra del incesto planeaba delicadamente sobre la pareja protagonista, los hermanos Roderick y Pamela Fitzgerald (Ray Milland y Ruth Hussey, insuperables). Al año siguiente dirigiría Misterio en la noche, otro film adscrito a la intriga y la fantasía, no tan conseguido como Los intrusos, pero meritorio en cualquier caso. En La hija del pecado, se nos muestra una atracción abiertamente homosexual del enigmático Wendell Corey hacia John Hodiak, mientras Burt Lancaster y la maravillosa Lizabeth Scott incendian la pantalla. Llegan otros thrillers notables, como los dos protagonizados por Alan Ladd (El misterio de una desconocida y Reto a la muerte). De repente se adelanta al asesinato de Kennedy casi diez años, pero la televisión se cruza en el camino de Allen y ya no saldrá de dicho medio. So Evil My Love indaga en la represión sexual de un alma cándida (Ann Todd, gran actriz), que cae en las garras del desalmado Mark Bellis (Ray Milland), pintor sin suerte, estafador, chantajista y, posiblemente, asesino. En una atmósfera gótica y sombría, concentrada en gigantescos caserones, la inocente Olivia se irá hundiendo lenta pero incesamente en el pecado y la degradación, todo con tal de no perder al mefistofélico Mark (Ray Milland en otra lección de interpretación), con una alegría y una entrega dignas de mejor causa. Allen describe con precisión las distintas fases del enamoramiento loco que experimenta la viuda del misionero (al que imaginamos incapaz de adoptar otra postura que no fuera ésa), la cual se enfrenta a la rígida sociedad que la rodea sin despeinarse, mientras Mark va seduciendo a todas las mujeres que se cruzan en su camino, al tiempo que reincide en su carrera de delincuente. Todo ello con una espectacular fotografía en B&N del alemán Mutz Greenbaum, judío berlinés huido del infierno nazi, y una preciosa partitura de William Alwyn, al que un día habrá que colocar en el pedestal que merece. Una pléyade de secundarios gloriosos arropa a los protagonistas en su carrera hacia la perdición, bien trabada por un guión exigente, basado en una novela del muy famoso en su momento Joseph Shearing, que escribió con diversos seudónimos. En cualquier caso, una gratísima sorpresa, película no estrenada en España, como no podía ser menos, y recuperada por la magia del DVD.
Eduardo
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