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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
5
Western Cameron es contratado para llevar una caravana a través de territorio indio, después de que dos hombres blancos sin escrúpulos violen un tratado importante con los pieles rojas. (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2019
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he referido en más de una ocasión a Lesley Selander, aguerrido artesano que despachó 145 títulos en poco más de 30 años. Rápido, certero, eficaz y aplicado en invertir los magros presupuestos, la bondad de Selander siempre depende del guión, como en tantos casos de esos esforzados estajanovistas a sueldo de un estudio. En el caso que nos ocupa, 70 minutos bastan para articular una historia más vista que el TBO, a saber, una caravana que ha de atravesar territorio indio, osage para más señas, a los que malvados blancos codiciosos están tocando lo que no suena. Por suerte, siempre hay un héroe a punto que comprende y estima a los pieles rojas (el granítico Rod Cameron, protagonista de uno de los primeros spaghetti westerns con cara y ojos, Las pistolas no discuten, de Mario Caiano, con banda sonora de Ennio Morricone). Con buen ritmo, música ad hoc de Marlin Skiles, y un guión que da pena, Fort Osage es ideal para amantes poco exigentes del western. Dura poco y entretiene, y está rodado en una cosa que se llamaba Cinecolor, un sistema de colorido limitado que no pasó de 1955. El interés amoroso de la cinta es la sosísima Jane Nigh, quien debutó en un breve papel en Laura. Una serie de secundarios bregados en la serie B (Ankrum, Kennedy) apoyan la función y se dejan matar con discreción y celeridad.
Ideal para tardes lluviosas sin nada mejor que hacer.
Eduardo
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