Venía precedida esta película de algunas críticas favorables, pero aún siendo de un nivel de calidad tolerable, nos encontramos de nuevo ante una fusilada del universo Leone, la clásica historia de venganza del spaghetti western. Nuestro héroe es duro y enigmático, practica una política ambigua entre buenos y malos, y recibe por ello una monumental paliza al estilo de Por un puñado de dólares. Recuperado milagrosamente de sus lesiones en cuestión de horas, cuando cualquiera de nosotros se pasaría semanas en un hospital (bueno, ahora no; ahora nos echarían a patadas en un par de días), recupera el poncho del Hombre Sin Nombre y da buena cuenta del malvado Fajardo y sus cobardes secuaces. Adecuada banda sonora de Bruno Nicolai à la Morricone, rodada en los polvorientos paisajes que te dan ganas de engullir litros de cerveza, y con interpretaciones acertadas.
Aviso para erotómanos: en la doble versión rodada para países civilizados, Charo López, bellísima, exhibe sus adorables pechos. Es la versión que hay que bajar.