Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Seoul Station
2016 Corea del Sur
Animación
5,8
2.383
Animación. Terror. Drama Es de noche en Seúl, y la estación central se convierte en un hogar para los mendigos. Uno de ellos muestra síntomas de lo más extraños. Mientras, una chica rompe con su novio y busca refugio en la estación, pero ahí solo encuentra una horda de vagabundos convertidos en zombis. Su padre y su novio deberán encontrarla en medio del caos. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2017
28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
No parece ningún secreto que vivimos en una sociedad caníbal.
Se falta el respeto a nuestros semejantes por el color de la piel, la riqueza social o la supuesta gravedad de los respectivos problemas, provocando que, cada vez más, los tiempos modernos sean un sinónimo de deshumanización progresiva, donde pierde el que más se preocupa.

'Seoul Station', como ya hiciera y desarrollaba su hermana mayor 'Train to Busan', aprovecha una infección incontrolable de muertos vivientes para hablar de todas nuestras pequeñas, malolientes fallas, que a la hora de la verdad favorecerían nuestra caída.
Una sociedad no se destruye sola: primero está destruida ya desde dentro, con la falta de comunicación como nota común entre sus miembros, eso sin hablar de la falta de interés por los problemas ajenos.
No es extraño que los zombies nos estén ganando la partida, porque al fin y al cabo ellos no se ponen la zancadilla cada vez que pueden, ni renuncian cobardemente a lo que quieren, y han conseguido un objetivo común en el que centrarse, por muy primario y salvaje que sea.

La gente de a pie, sin embargo, sigue preocupada por rencores pasados que les separan, a la vez que han desarrollado un instinto de supervivencia basado en el "primero yo y que les jodan a los demás".
Así sucede antes de ningún zombie, cuando Ki-woong promociona a su novia Hye-Sun por internet, vendiéndola para pagar un alquiler que no le da la gana currarse, enfadándose incluso porque ella quiera dejar atrás su pasado de prostitución.
Su historia personal, y la posterior búsqueda del padre de Hye-Sun para salvar a su propia hija, marcan el ritmo del brote infeccioso, siendo la única cruzada esperanzadora entre una población atemorizada y frívola, que a la mínima de cambio huye o traiciona sin reparo alguno.

Valga como ejemplo de la tesis social muchos momentos en el que una situación escalofriante... se convierte en una parodia monstruosa de la paranoia y la inutilidad, donde el espectador se ríe por no llorar.

Lo más terrible, pero a la larga tristemente coherente, es pensar que esta sociedad merecía el virus que la asola.
Sus pobres conceptos de solidaridad merecen un escarmiento, los cobardes deberían ganarse el derecho a seguir respirando si sobreviven, y las almas inocentes como Hye-Sun prueban su tolerancia al sufrimiento en el infierno de los convenidos.
Mirando el caos y la desolación, el mayor dolor no es lo que se ve, sino la sensación de que, por fin, nos llevaremos todos bien.
Aunque solo sea porque ya habremos exteriorizado nuestra horrenda naturaleza de saltarnos a la yugular unos a otros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow