Entiendo que exista una línea muy crítica con el cine que se hacía en España en ciertos momentos e incluso estoy de acuerdo y me sumo cuando se trata de películas que eran meras excusas para el destape o para enseñarnos las virtudes del niño cantor del momento, el folklore o los toreros. Pero no todo es igual, no todo el cine de la transición democrática eran comedia con tetas y, por lo que nos interesa aquí, hay muestras de cine de mucho más valor que el que se le ha dado o se le da actualmente. En el caso de "Libertad provisional" tenemos ante nosotros a una película que no es excepcional, no es una obra maestra, de acuerdo, pero vale mucho más la pena de lo que dicen por ahí...

La historia de la madre soltera que tira para adelante como sea es universal, aquí o en la Bercelona a medio hacer que nos es mostrada. Una ciudad que en parte nos acerca al cine quinqui, que se expande y gana terreno con sus bloques de pisos, entre descampados y laderas en las que se queman trastos casi por aburrimiento. Dos personas que se encuentran de la manera más natural. Ella se lo monta con él porque quiere, no como cliente, lo cual ya supone un buen guiño, se necesitan, probablemente están condenados a entenderse y el tiempo los colocará (o no) en su lugar. Para mí, por mucho que digan, si ella es excepcional, él no se queda muy lejos. La química y el amor son incuestionables.

Me apetece decir también que verla por casualidad es lo mejor que me ha pasado en los últimos días. Me apetece decir que es una maravilla ver esa Barcelona de los años 70, que es la historia de quienes se sacrificaban por la familia sin límite, haciendo más horas que un reloj. Claro, ellos al margen de lo legal, qué le vamos a hacer, pero la cuestión es la humanidad...

Ver cómo Manolo trata con ese cariño infinito a un hijo que no es suyo es un regalo para los ojos. Qué cojones, lo trata como un hijo suyo... Y eso... eso es maravilloso...