Queda claro que con el género de la ciencia ficción se tiene que ser sí o sí más indulgente si se quiere pasar un buen rato, por el bien de uno mismo no es buena idea poner en duda nada, usar nuestra lógica y negar los argumentos que nos ofrecen. Las cucarachas salen del subsuelo y con sus patitas son capaces de generar una chispa como si fueran yesqueros vivos: ¿qué necesidad hay de clamar al cielo porque eso es imposible?; ¿es buena idea o no?; ¿es original?;¿qué ganamos apuntando lo evidente?; la cuestión es simpatizar con unos animalitos que están a nuestro alrededor siempre y que cuando los vemos, al menos para la mayor parte de seres humanos, produce una sensación desagradable.

"El bicho"; dos películas en una, porque todo parece que va por misma linea de otras producciones de tipo catastrofista y sin saber cómo (por eso me gusta más que a la mayoría) te cuelan una película que ya nada tiene que ver con esa línea y se centra en la enajenación del investigador que va tras la pista que lo explique todo. Permanecerá ahí arrinconada, ya ves, el cine ha acogido a todo tipo de desviaciones dentro de la ciencia ficción, desde calamares a dinosaurios, ¿por qué no cucarachas?; tarántulas, ratones, perros, babosas, tiburones, serpientes... y aquí, esos insectos con caparazón.

Yo desde estas líneas quiero elogiar una película que con independencia de filias y fobias está bien hecha, hay muertes que vistas hoy resultan aún frescas, conmovedoras e impactantes. Que no se nos vaya la olla, tampoco es una obra maestra, pero me apetece ponerle mejor nota que la que tiene de media, me apetece defenderla y decir que entretiene una barbaridad.