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Voto de Luisito:
4
7,0
1.354
Drama
Tokio, 1943. El profesor Hyakken Uchida abandona su cátedra para dedicarse por completo a su carrera como escritor. Los desastres de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) hacen que pierda su casa y viva con su mujer en una barraca. Pero sus ex alumnos deciden construirle un nuevo hogar, al que se trasladará con su esposa. También se comprometen a celebrar cada cumpleaños del venerado maestro. Durante esas fiestas, juegan como niños y le ... [+]
1 de noviembre de 2016
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kurosawa ya era octogenario cuando realizó su último largometraje, quedaban atrás sus mejores títulos y no tenía que demostrar nada. Por eso, igual que en sus "Sueños" se detecta aquí una especie de pasotismo, como si le diera igual ya lo que iban a decir o pensar, hizo lo que quiso, sin dejarse nada en el tintero. Por eso aquí, en "Madadayo", no le importa usar más de media hora (concretamente 32 minutos) buscando un gato. Habrán muchos que llegarán aquí por el respeto a una filmografía espectacular. Y tras más de dos horas de venerable profesor en cada minuto lo más contenido que se me ocurre decir es que mejor hubiera sido no decidir ver la última película de Kurosawa. Es muy prescindible.
Y ya no es por esa estupidez del gato. Se sabe que la particular ética japonesa basada en deberes y deudas puede llevar a lo que vemos en esta película, que un grupo de alumnos lo hagan todo por el bienestar de su antiguo profesor. Esa no es la cuestión, lo decisivo aquí es que es verdaderamente aburrida y que su preciosa fotografía en color es insuficiente. Hay quien opina con mucha razón que un tema como el de esta película merecía una mirada como la de Ozu. Otra cosa que queda clara es que lo del alcohol y los japoneses es una barbaridad. Pero siento que es triste despedirse así, con una película muy inferior a lo que queda detrás. No es que sea una más pasable, no, es que es demasiado inferior.
Y ya no es por esa estupidez del gato. Se sabe que la particular ética japonesa basada en deberes y deudas puede llevar a lo que vemos en esta película, que un grupo de alumnos lo hagan todo por el bienestar de su antiguo profesor. Esa no es la cuestión, lo decisivo aquí es que es verdaderamente aburrida y que su preciosa fotografía en color es insuficiente. Hay quien opina con mucha razón que un tema como el de esta película merecía una mirada como la de Ozu. Otra cosa que queda clara es que lo del alcohol y los japoneses es una barbaridad. Pero siento que es triste despedirse así, con una película muy inferior a lo que queda detrás. No es que sea una más pasable, no, es que es demasiado inferior.