He llegado aquí por dos motivos, por Paul Auster y por el siempre imponente Harvey Keitel (nunca me ha fallado) Puedo decir que la satisfacción se ha cumplido a medias. Para mí Auster siempre supone sugerencia tras sugerencia, ideas raras y atractivas que no pueden dejarte tal cual, así que puedes odiarlo, eso no es difícil, y puedes tenerle etiquetado, como es mi caso, como alguien especial, ni mejor ni peor, es diferente. No he leído todo de él, pero sé de qué va y reconozco que aquí se nota muchísimo que anda detrás de cada minuto.

Por otro lado está el que nunca falla, el que siempre rinde a gran altura, Harvey Keitel, en un papel magistral. Como opina otro usuario, Keitel se deja llevar tanto que deja de volar y de interpretar, aquí va más allá, deja de ser actor y consigue que pensemos que él es así, el del estanco, una persona más, como si fuera la misma persona que me vende el pan a mí, bueno, él me vendería tabaco. Keitel lo mismo te dice una cosa que otra y no sube un tono para hablar de deportes, de dinero o de su hija recién descubierta, él permanece igual. No sé si me explico, parece mundano, y eso me gusta. Va siempre bien acompañado, al correctísimo Hurt se le suma el manco Whitaker, y otro, y otro... Tal cual como una novela de Auster.

Si mi valoración desentona con la media es por lo poco resuelto, o mal resuelto, de alguna de las diversas tramas que se plantean, que son unas cuantas. Lo que sucede es que hay muchas películas dentro de Smoke y llevar bien todo no es fácil. Tal cual una novela de Auster, bueno, eso ya lo he dicho antes, hasta en el título, pero es lo que pienso.